La sacrificada actividad de los tamberos inicia a la madrugada, aun en tiempos de frío intenso. Tras un verano en emergencia,hoy redoblan sus esfuerzos
Gentileza Jorge Bianchini Jorge Bianchini viene de familia de tamberos

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El ingreso de aire polar sobre la región central se hizo sentir durante la madrugada de ayer en Entre Ríos, sobre todo en el sur de la provincia, donde se registraron temperaturas que rondaron los 2° y sensaciones térmicas bajo cero. Pero aun con las fuertes heladas que tiñeron de blanco diversas zonas de la provincia, a las 5 de la mañana la mayoría de los tamberos de la zona ya está en pie, listos para trabajar.
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Se trata de una labor sacrificada que no se detiene ni los fines de semana ni durante los feriados, y quienes se dedican a esta actividad conocen el sacrificio de levantarse pasadas las 4 de mañana para realizar las tareas de ordeñe, aunque arrecie el frío intenso. Así lo confirmó a UNO Jorge Bianchini, tambero en la zona situada entre el paraje Las Piedras y El Palenque, quien señaló: “Todos los días a las 5 de la mañana tenemos que arrancar sacando leche. Nos tenemos que levantar entre las 4.15 y las 4.30. Debemos madrugar siempre, no es que un día nos podemos levantar media hora más tarde, porque la lechera ya está acostumbrada a un determinado horario. Hay una rutina que se debe respetar los 365 días del año: con lluvia o sin lluvia, con calor o frío, se saca leche”.

Sobre estas jornadas gélidas que iniciaron esta semana, subrayó: “Ayer temprano ya había helado, pero por lo menos tenemos sol, al igual que toda la semana pasada, tras la lluvia, y el animal lo necesita para poder producir”.

“Los fríos llegaron, tenían que venir en algún momento, por más que no quisiéramos. Pasa que este año nos castigó tanto el verano que no queríamos que arribe el invierno para no sufrirlo. Pero en nuestra actividad hacen falta también estas temperaturas, porque los campos tienen que rotar su ciclo, tiene que terminar una etapa también para arranca otra”, añadió.

“Cada temporada tiene sus desafíos, y quienes hemos elegido hacer esta actividad ya lo tenemos asumido. Este invierno la dificultad más grave que hemos tenido son los verdeos, se han quedado con tanto vicio que lamentablemente no lo podemos aprovechar. Están tóxicos y les hacen mal a los animales, entre el nitrito y el nitrato”, advirtió.

Sobre este punto, explicó: “En el tambo uno le va buscando la vuelta y diversifica la alimentación. Podemos dar un poco más de silo, menos verdeo, y por eso nuestros animales no han tenido demasiados problemas. Además, en el tambo estamos prácticamente con el animal encima, lo vemos dos veces al día y con eso uno va observando qué es lo que come. Es distinto al rodeo ganadero, en el que uno le da de comer al vacuno y se va, y pasan estos problemas de mortandad animal que se registraron este año”.

Bianchini, quien conoce desde chico esta labor, ya que su papá se dedicaba también al tambo, destacó que hoy existen comodidades que hacen más ameno el trabajo, comparado con décadas anteriores: “En mi caso, en el tambo tengo hoy las comodidades necesarias. Tengo los animales a campo y tengo encierre, así el animal no sufre tanto. Los que sufrimos más en esta época somos los que trabajamos con estos fríos. A las 5 el tambo ya está en actividad, pero le vamos buscando la vuelta, rotándonos con la gente con la que realizamos las tareas, tratando de que un día tratamos de que un día madrugue uno, al otro día el otro, así no se hace tan pesado y lo hacemos más llevadero, como quien dice”, sostuvo, y aclaró: “Esta esa es mi metodología, no todos trabajan igual”.

Sobre la producción lechera en esta época del año, mencionó: “En invierno el vacuno lo pasa mejor que en verano. Hay pocas horas de sol, y el animal está más quieto, se resguarda más y tiene muchos concentrados disponibles. En verano, en cambio, son más horas de sol y sufre un gran estrés por el tema del calor”.

Asimismo, destacó: “En mi caso particularmente produzco más en invierno. Al pico de producción lo estamos teniendo ahora, por una cuestión de estacionalidad, ya que a la vaca es más fácil darle bien de comer, y tenerla pocas horas en el campo y alimentando con muchos silos y rollos, y en el animal esto repercute en producción. En el verano, cuando hace mucho calor, tenés que contar con ventiladores, tener buena sombra y mucha agua, porque los vacunos toman en mayor cantidad que ahora”.

Consultado sobre los precios actuales del mercado, el productor refirió que el mes pasado le pagaron 93 pesos más IVA el litro de leche, y aclaró: “Ningún precio es el mismo. Hoy en día hay mucha demanda para queserías, quizás pagan más, pero yo trabajo con una empresa de Santa Fe, que ya la conozco y sé qué día voy a cobrar y demás”.

No obstante, concluyó: “Todos quisiéramos cobrar más, porque es una vergüenza lo que se nos paga a los tamberos, con lo que cuesta producir hoy, con el precio de los granos, los silos, que este año fueron muy malos y eso es lo que los animales están consumiendo ahora”.

Primavera. Los tambos afrontan el pico de producción.

Primavera. Los tambos afrontan el pico de producción.

 

Por la baja rentabilidad quedan menos productores

El productor tambero Jorge Bianchini comentó a UNO que la baja rentabilidad en una actividad que demanda grandes esfuerzos y sacrificios fue generando con el correr del tiempo que mucha gente optara por dedicarse a otra actividad. “En esta actividad estamos a merced de la inclemencias del tiempo. En verano nos afectó la sequía y nosotros estamos acostumbrados a esto y le tenemos que ´poner el pecho a las balas´. Muchos de nosotros decimos que vamos a dejar el tambo, pero seguimos trabajando. En mi caso porque es lo que sé hacer, es lo que heredamos de nuestros padres y se lo iremos a heredar a nuestros hijos, si Dios quiere”, señaló.

Hicieron una gran inversión y confían en que la rentabilidad va a tener en algún momento un recupero. Pero por ahora eso no ocurre, y las consecuencias están a la vista: “Mucha gente está dejando la actividad. Acá en la zona había 10 o 12 tambos. Hoy quedan cuatro, entre ellos el mío. Se está terminando la cuenca lechera de la zona de El Palenque, Cerrito, María Grande”, lamentó.

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