“El tambo es rentable si se trabaja bien. El tambo para mí es un arte; es la sumatoria de una cantidad de factores importantes como la producción y el consumo de pasto, la parte reproductiva, la cría y recría, la alimentación del ganado, la carga por hectárea, el personal y su manejo adecuado, la gestión de la vaca en el día a día, el manejo del concentrados, de la suplementación… si eso se maneja razonablemente bien, yo creo que es el trabajo en el agro, y en el promedio de los años, más rentable”, aseguró el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández Secco, durante su participación este domingo en Hablemos de Agro, de Canal 10.
Fernández aseguró que “no hay un productor remitente a Conaprole que no nombre la palabra Conaprole por lo menos una vez al día”. En ese sentido, explicó que la cooperativa tiene dos roles muy importantes en la lechería uruguaya. El primero, como promotor de la producción del sector primario y, el segundo, como industria.
“La industria es una herramienta para esto, yo lo concibo así. Es la única industria que tiene un área de extensión con técnicos, agrónomos, veterinarios y que está permanentemente trabajando con el productor para tratar de generar una mejora en la productividad del tambo. Conaprole aporta dinero para la investigación de lechería, forma desde lo básico en cursos de inseminación, cursos de crianza de ternera, formación de tambero. Estamos continuamente trabajando en el desarrollo del productor y del sector primario”, dijo.
También tiene un rol social, con un programa de referentes familiares. “En el tambo hay muchas familias trabajando con sociólogos y psicólogos en la promoción de la familia en el campo. Tiene un programa que está involucrado en lo que es la transferencia generacional, tratando de ayudar a padres e hijos a ver cómo se transfiere desde lo jurídico, desde lo contable y desde lo familiar”, indicó.
Después, dijo, está la industria como herramienta para que esta primera parte tenga valor. “La industria, más allá de lo que es el mercado interno y lo que significa para los uruguayos Conaprole, tiene que poner el producto en el mundo, en 63 destinos. Casi el 80% de la leche se vende en un mundo que está lejos, porque antes vendíamos acá en el barrio: a Brasil, a Venezuela, pero hoy vendemos en África, en Medio Oriente y ver a Conaprole en una feria como Anuga, de las más grandes del mundo, y encontrarla entre las principales góndolas del mundo, realmente es un orgullo para cualquier uruguayo”, afirmó.
No obstante, aseguró que como toda empresa los números tienen que cerrar. “Creo que lo más importante a considerar es que no hay un señor Conaprole; Conaprole es una cooperativa, es una herramienta de todos y el objetivo es pagar el mejor precio al productor por lo cual, por definición, el balance Conaprole da cero y cuando no da cero, la utilidad se distribuye como un precio de leche o como una reliquidación en los primeros meses o como un fondo anticíclico”, dijo.
Según comentó Fernández, el mercado internacional de los lácteos es un mercado con una variabilidad muy grande en períodos muy cortos de tiempo. “Esa es una realidad y hay que administrar muy bien. La realidad es que hoy vemos un mercado más demandante, con alguna mejora en los precios tanto en el sudeste asiático, como en el Medio Oriente o en el norte de África. Hoy le vendemos a destinos que yo, honestamente, tuve que ir a Google para ver dónde quedaban”, afirmó.
Sobre China, comentó que “está bastante ausente”, aunque algo se le vende. Sobre Brasil, explicó que es un destino “natural” y sobre Venezuela dijo que “empieza a tener alguna demanda” a través de clientes privados.
“En términos generales podemos decir que el mercado está un poco más demandante y con mejores precios. Y eso, de alguna manera, es lo que nos permite hacer estos ajustes que se han llevado ahora en octubre”, dijo.
China es el importador del 25% del mercado mundial de lácteos y, además, llegó a ser nuestro segundo destino peleando con Brasil hace relativamente poco tiempo. Por eso, aseguró que “es muy difícil” prescindir de China como cliente. “No queremos prescindir de China. Tenemos un nombre y un recorrido en el mercado chino. Los clientes nos compran. Si somos competitivos en precio, nos compran. Ya nos conocen como calidad. Lo que vamos a hacer, es ir a plantearle a China que nos dé un lugar en su mercado, considerando que Nueva Zelanda pasa a tener arancel cero a partir de enero de 2024”, indicó.
Sindicato. Conaprole tiene en el eje de 2000 funcionarios: 1.820 funcionarios efectivos y unos 200 zafrales. Es muy fácil encontrar funcionarios que tienen 20, 30, 35 años de trabajo; que trabajó su padre, que trabaja su hijo en otra planta, que trabajó un hermano.
“Es decir, consideran a Conaprole como un trabajo digno, bien remunerado y, yo le agrego, seguramente de las mejores fuentes de trabajo en cada uno de los lugares en donde hay una planta de Conaprole. Hay una organización sindical históricamente dura, que ha tenido históricamente diferencias con el directorio, con el funcionamiento de la cooperativa, que tiene, desde mi punto de vista, una movilización vieja, con una relación laboral antigua, que habría que modernizar, pidiendo la productividad y el ganar-ganar de las partes.
Yo se los he dicho en más de una oportunidad: creo que termina siendo malo para la cooperativa y también para sus empleados (…) si nosotros trabajamos de otra manera con el sindicato, podríamos pasarlas mucho mejor todos: la empresa, los productores, los consumidores y los empleados también”, expresó el presidente de la cooperativa sobre el relacionamiento con el sindicato.
También habló de la deuda que mantiene Venezuela con la cooperativa. Explicó que Conaprole, asesorado jurídicamente por tres opiniones distintas, resolvió hacerle un juicio al Estado venezolano y al Estado uruguayo por una deuda de 30 millones de dólares de facturas impagadas de leche que fue embarcada hace muchos años.
“El juicio va a ser un juicio largo y se está haciendo aquí en Uruguay. Está caminando. Nosotros tenemos la obligación de reclamar lo que es de los productores y lo vamos a hacer. Obviamente lo hemos hablado con el gobierno, lo hemos hablado con el embajador de Venezuela y le hemos dicho que estamos dispuestos a tomarnos un avión para ir a hablar con el gobierno venezolano el día que estén dispuestos a hablar en serio. El embajador nos planteaba que podría haber alguna posibilidad de hacer algún negocio por fertilizantes. Está todo sobre la mesa, pero esa es una factura que está pendiente, una deuda que está pendiente y que Conaprole la tiene que cobrar. Y el día que lo haga pasará inmediatamente a manos de los productores”, afirmó.