Aunque por todo el mundo existen normativas para el consumo de leche de vaca y, por lo general, prohíben tomarla “cruda” o bronca, como se le dice en México; lo cierto es que existe un sector de la población que buscar tomar el producto que no ha pasado por procesos industriales. Y parece que el número va en incremento.
La leche “bronca” es toda aquella que no ha sido pasteurizada para matar las bacterias causantes de enfermedades, independientemente de dónde provenga: vaca, cabra, oveja…
Francisco Monroy, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en conversación con El Universal, señaló que “mucha gente dice ‘es que la leche está muy fresca, está recién salida de la vaca y está entera’, lo cual es cierto, pero las personas en el mundo ya estamos acostumbradas a consumir un producto estandarizado y que se ha intervenido para que tenga el mismo porcentaje de grasa, proteína y vitamina”.
Agregó que “además, en la leche pasteurizada ya se mataron algunas bacterias que producen enfermedades en las vacas, como brucelosis o tuberculosis, y otras que pueden llegar a causar algún problema local en la ubre, como estreptococos, estafilococos o una posible contaminación fecal que pudiera tener salmonela, o E. coli”. El también especialista en inocuidad de los alimentos dijo que “es por eso que consumir leche ‘bronca’ no aporta beneficios, debido a que las bacterias pueden estar vivas ahí con los riesgos que eso conlleva”.
National Geographic apunta que en Estados Unidos, “al menos 3.2 millones de personas consumen o sirven leche cruda en sus hogares cada semana. Los productores de leche cruda dicen que estamos en un ‘renacimiento de la leche cruda’, afirmando que el líquido contiene un ecosistema de probióticos y vitaminas que pueden prevenir el asma, tratar enfermedades del intestino y mucho más”.
Sin embargo, asevera, según los expertos, los beneficios de la leche bronca no compensan los riesgos documentados. Pero en varios países continúa el movimiento en favor de esta práctica, por lo que su popularidad seguirá incrementándose.
La leche, como otros productos, se pasteurizan porque los alimentos pueden albergar “diversos patógenos responsables de enfermedades como la salmonelosis, la listeriosis, la tuberculosis, la fiebre tifoidea, la campilobacteriosis y la difteria”.
¿Cuáles son los riesgos de consumir leche sin pasteurizar?
- Vómitos
- Diarrea
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolor abdominal
- Dolores corporales