Abbott Laboratories (NYSE:ABT), fabricante de la leche de fórmula Similac, se enfrenta actualmente a un juicio que comenzó el lunes. El litigio se centra en las alegaciones de que la fórmula de la empresa para bebés prematuros, utilizada en las unidades de cuidados intensivos neonatales, está relacionada con una peligrosa enfermedad intestinal. Se trata del segundo juicio derivado de cientos de demandas similares en todo Estados Unidos.
Margo Gill, residente en Illinois, es la demandante en el caso en curso en San Luis (Misuri). Gill alega que su bebé prematuro desarrolló enterocolitis necrotizante (ECN) tras ser alimentado con productos de Abbott diseñados para bebés prematuros. Se sabe que la ECN causa la muerte del tejido intestinal y tiene una tasa de mortalidad de entre el 15% y el 40%. Aunque el hijo de Gill sobrevivió, la demanda afirma que ahora sufre complicaciones de salud a largo plazo.
El caso se centra en fórmulas y fortificantes especializados utilizados en hospitales, no en productos vendidos directamente a los consumidores. En un comunicado, Abbott sostuvo que sus productos forman parte de la norma médica de atención a los bebés prematuros. La empresa también señaló que el hijo de Gill había sufrido un traumatismo craneoencefálico antes de ser alimentado con productos de Abbott, lo que sugiere que la empresa no es responsable del estado del niño.
Se han presentado casi 1.000 demandas contra Abbott y Reckitt Benckiser (LON:RKT), fabricante de Enfamil, en tribunales federales y estatales. Los demandantes alegan que las fórmulas a base de leche de vaca para bebés prematuros aumentan el riesgo de ECN en comparación con los bebés amamantados o los que reciben leche de donante o fórmula derivada de la leche humana.
Reckitt Benckiser, que en marzo se enfrentó a un veredicto de un jurado de 60 millones de dólares en una demanda similar en Illinois, ha apelado la decisión. El veredicto ha repercutido en el ánimo de los inversores, y las acciones de Reckitt han caído alrededor de un 15% y las de Abbott aproximadamente un 4% desde que se conoció el veredicto.
La NEC Society, una organización sin ánimo de lucro, ha expresado su preocupación por las demandas, afirmando que las decisiones sobre la alimentación de los lactantes deben tomarlas los profesionales sanitarios, no los tribunales. La organización no tiene vínculos económicos con Abbott ni con Reckitt.
Estas demandas son independientes de otros problemas legales a los que se enfrenta Abbott en relación con el cierre en 2022 de su planta de Sturgis (Michigan) y la retirada del mercado de preparados para lactantes. La retirada se debió a una posible contaminación y contribuyó a una escasez nacional de preparados para lactantes, aunque no se han iniciado juicios relacionados con esos incidentes.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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