La hipótesis de nuevos derechos impuestos por China a las importaciones de alimentos ha alarmado a los productores de famosos quesos italianos como el Grana Padano y el Parmigiano, que temen una disminución de las exportaciones y, por tanto, del negocio. Pero más que los aranceles chinos, las asociaciones de productores temen nuevos aranceles de Estados Unidos, uno de los mercados de más rápido crecimiento en los últimos años.
En 2019, Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, impuso aranceles a varios bienes producidos en la Unión Europea, incluido el queso. A medida que se acercan las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, su posible reelección está empezando a asustar un poco a los productores italianos, que han logrado recuperar el mercado estadounidense después de años difíciles.
En 2019, el queso italiano acabó en el centro de un litigio en un sector (la aviación civil) que no tiene nada que ver con la producción de alimentos. Todo empezó hace unos años, cuando la empresa estadounidense Boeing acusó a la europea Airbus de recibir subvenciones ilegales de la Unión Europea a lo largo de los años, y Airbus afirmó que Estados Unidos hizo lo mismo con Boeing. En 2016, la Organización Mundial del Comercio el habia creado La Unión Europea se estaba beneficiando de Airbus con subsidios inapropiados, y Trump amenazó con imponer aranceles por valor de alrededor de 11 mil millones de dólares al año.
Después de esa demanda, la Organización Mundial del Comercio dictaminó que Estados Unidos podía imponer derechos de aduana a mercancías procedentes de la Unión Europea por un valor de 7.500 millones de dólares anuales (6.800 millones de euros). Los aranceles se impusieron el 18 de octubre de 2019 y afectaron a una serie de productos tecnológicos del sector de la aviación fabricados en Reino Unido, Francia, Alemania y España (los cuatro países del consorcio Airbus), y a productos del sector agroalimentario de Italia.
Los aranceles incluían un arancel adicional del 25 por ciento sobre las exportaciones a Estados Unidos. La lista incluía productos lácteos como el parmesano y el pecorino, embutidos como el cerdo, crustáceos y mariscos, frutas cítricas, jugos y bebidas alcohólicas. En los Estados Unidos, el precio del queso italiano había aumentado hasta el punto de desalentar a los importadores y el volumen de ventas había caído a casi nada.
En 2021, tras 17 años de disputas comerciales, la Unión Europea y Estados Unidos acordaron una tregua en el pleito entre Boeing y Airbus. La decisión permitió la cancelación de los derechos de aduana sobre los productos alimenticios europeos. Cualquier posibilidad de negociar una suspensión de aranceles fracasó durante la presidencia de Donald Trump, que impuso una política arancelaria muy estricta, tanto hacia la Unión Europea como hacia China. Las cosas habían cambiado a principios de 2021, tras la toma de posesión del nuevo presidente Joe Biden, quien se mostró abierto a restablecer y normalizar las relaciones comerciales con los gobiernos europeos.
El director general de la Unión para la Conservación del Grana Padano, Stefano Perni, afirma que cualquier restricción, ya sea china o estadounidense, es una realidad negativa que condiciona y dirige artificialmente los mercados. En 2023, las exportaciones de Grana alcanzaron un total de 2.482.891 ruedas, un aumento del 6,55 por ciento respecto al año anterior: casi la mitad de la producción total se destinó a los mercados exteriores. Estados Unidos es uno de los principales destinos del Grana Padano fuera de Europa.
Nicola Bertinelli, presidente del Consorcio Parmigiano Reggiano, el dijo De qué preocuparse independientemente de cómo terminen las elecciones estadounidenses. De hecho, el Parmigiano Reggiano ya está sujeto a una dura competencia por parte de los productores locales de quesos duros, que pueden comprar leche a muy bajo coste gracias al apoyo económico garantizado por el Estado a este sector.
“Representamos menos del 5 por ciento del mercado del queso duro y lo vendemos a 20 dólares la libra, en lugar de eso. parmesano “Alrededor de $10”, dijo Bertinelli. “Lo que pretendemos es que Europa esté en condiciones de proteger su excelente producción interna también mediante un etiquetado claro y transparente de productos como, por ejemplo, parmesanopara no permitir confusión con productos similares al nuestro. Nos preocupa que en esta etapa histórica, en la que los distintos bloques están redefiniendo su poder, las cosas se estén saliendo de control.
Sin embargo, la posibilidad de que China imponga aranceles es menos preocupante. En 2023 se exportaron más de 28.000 toneladas de parmesano, de las cuales sólo 35 toneladas se enviaron a China. Se espera que se exporten alrededor de 45 toneladas a China en 2024, en comparación con las exportaciones totales de alrededor de 30 mil toneladas.
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