Los investigadores llevan trabajando en vacunas antigripales de ARN mensajero desde antes de la pandemia de covid-19, pero puede que antes consigamos una para la gripe aviar
A finales de septiembre llegaron noticias inquietantes desde Missouri, en EE UU. Seis trabajadores sanitarios del estado desarrollaron síntomas respiratorios leves tras atender a un paciente de perfil algo elevado, la primera persona que había contraído la gripe aviar a pesar de no haber tenido contacto conocido con animales infectados. El temor era que el virus pudiera estar propagándose de persona a persona.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) subrayan que, hasta ahora, solamente el paciente original ha dado positivo en la prueba de la gripe aviar; uno de los trabajadores ha dado negativo en la prueba del virus, mientras que los demás no se sometieron a la prueba y han proporcionado muestras de sangre para análisis posteriores.
H5N1
Este tipo de gripe aviar está causado por el virus H5N1, uno de los muchos subtipos de gripe A, el tipo más común de virus de la gripe que se sabe que infecta a las personas. El H5N1 lleva años circulando entre las aves y otras poblaciones animales, pero solamente de forma ocasional ha causado pequeños brotes en humanos. La preocupación es que esto pueda cambiar. El H5N1 evoluciona constantemente y podría estar mejorando su capacidad de transmisión entre humanos. Dado que la inmensa mayoría de la población no es inmune a este virus de la gripe, algunos temen que pueda provocar la próxima pandemia.
Scher y sus colegas trabajan en vacunas de ARN mensajero (ARNm) contra la gripe aviar. Las vacunas de ARN mensajero, una revelación durante la pandemia de covid-19, pueden fabricarse muy rápidamente, lo que resulta útil en un escenario pandémico. Funcionan depositando en el organismo fragmentos cortos de ARN, moléculas portadoras de información genética. Estos fragmentos de código genético hacen que el sistema inmunitario replique, por ejemplo, parte de un virus codificado por ese ARNm y aprenda a combatirlo. Con las vacunas covid, esas instrucciones iban dirigidas a una parte clave de la estructura externa del coronavirus, la proteína espiga.
Scher ha visto por sí misma lo que ocurre cuando se pone en funcionamiento una vacuna ARNm contra la gripe aviar. Ha observado cómo un instrumento de laboratorio detecta minúsculas cantidades de fluorescencia cuando los anticuerpos de la sangre de ratones vacunados se unen a las proteínas del H5N1, como diminutas contramedidas que neutralizan un misil que se aproxima. Ella y sus colegas publicaron los resultados de su trabajo sobre una vacuna contra el H5N1 probada en animales a principios de este año y ahora están trabajando para realizar ensayos en humanos.
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