René Osorio Padilla comentó que para la empresa de lácteos lo primero es cumplir con la normatividad, pero que al mismo tiempo el producto no pierda el valor ni sabor de cara al consumidor.
Para cumplir con la regulación en torno a los alimentos, como la normatividad de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, la industria desarrolla y reformula productos que reducen las calorías, sodio, azúcares y grasas para poder venderse en el mercado.
Los nuevos productos y reformulaciones convivirán con los que tienen etiquetado de advertencia –sobre exceso de azúcares, sodio, calorías, etc–, porque los consumidores buscan todos estos tipos de productos, dijo el Grouper marketing de Alpura, René Osorio Padilla.
“Tenemos productos con sellos, leyendas, ambas o sin nada, dependiendo de la categoría”, explicó.
Comentó que para la empresa de lácteos lo primero es cumplir con la normatividad, pero que al mismo tiempo el producto no pierda el valor ni sabor de cara al consumidor.
Por ello, cuando hay una nueva legislación se reformula, se hace la propuesta al consumidor y “si no le gusta, entonces la reformulamos.
Lo que se busca es que la diferencia en sabor no se muy alta, pero también hay que ajustarse a la regulación que pide ciertos parámetros.
Sin embargo, “no podemos quitar ingredientes y no los cambiamos porque cambiaría la percepción sensorial mayormente de cómo percibes el producto en consistencia, sabor, olor”.
Explicó a EL UNIVERSAL que por ello la industria busca el equilibrio, es decir, “no perder la propuesta nutrimental, apegarse a la norma y no perder el sabor del producto, lo que hemos aprendido de los sellos, desde que se implementó es que en un inicio generó un shock sobre todo para los productos que tenían una percepción sumamente nutrimental”.
Todo ello por la publicación, en marzo de 2020, de la Norma Oficial Mexicana (NOM) NOM-051-SCFI/SSA1-2010 de etiquetado para envases o empaques de bebidas no alcohólicas y alimentos pre-envasados, la cual entró en vigor en septiembre de 2020, y por la cual se comenzaron a poner sellos de advertencia a los alimentos preenvasados como exceso de grasas, exceso de grasas trans, exceso de sodio, exceso de calorías, exceso de azúcares, contiene cafeína evitar en niños, contiene edulcorantes no recomendable en niños, entre otras.
Osorio Padilla dijo que cuando salieron los sellos “generaron un shock… el consumidor tuvo un freno en el consumo de esos productos, en los productos que sabían que eran ricos e indulgentes –de gran sabor, color– no les sorprendió”.
Explicó que los consumidores ahora buscan variedad, lácteos deslactosados, light, con proteína, yogurth con y sin azúcar, con o sin frutas, con edulcorantes, entre muchos otros.
Lo que busca un consumidor es que el producto le guste y le satisfaga y está dispuesto a sacrificar comer alimentos aún cuando tengan sellos.
Por ello, Alpura consideró todo lo anterior y comenzó con productos bajos en calorías, como un yogurt con bajas cantidades de sodio, azúcar, grasas y calorías, por lo que, no requiere tener sellos de advertencia y puede traer juguetes sorpresa y la caricatura de Bob Esponja.
Se trata de un “desarrollo desde cero”, que no es reformulación y que aumenta el portafolio de productos que el mercado consume tanto para consumidores que buscan productos indulgentes con propuesta de sabor y percepción, reformulados, naturales y light, entre otros.
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