Sin embargo, su carrera política no estuvo exenta de controversias. Durante su paso por el Congreso, fue criticada por su oposición a la Ley de Atención Médica Asequible (Obamacare) y su apoyo a la reducción de impuestos para las grandes corporaciones. A pesar de las críticas, Noem se mantuvo firme en sus posturas conservadoras, alineándose con el ala más derechista del Partido Republicano.
En 2018, durante su primera campaña para gobernadora, se reveló que tenía 20 multas por exceso de velocidad en su historial de conductora de vehículos.
El manejo que llevó a cabo de la pandemia de Covid-19 en 2020 generó una gran controversia; mientras la mayoría de los estados implementaban restricciones y confinamientos, Noem se negó a imponer mandatos de cubrebocas y cierre de negocios.
Argumentó que cada ciudadano debía ser libre de tomar sus propias decisiones, lo que le ganó tanto el apoyo de los sectores más conservadores como las críticas de los defensores de la salud pública.
Un par de años después, en 2022, Noem fue acusada de presionar a las autoridades para que otorgaran una licencia de tasador de bienes raíces a su hija, lo que llevó a investigaciones éticas. También se rumoró que Noem tenía una relación extramarital con Corey Lewandowski, un asesor informal de Trump. En 2021, fue criticada por usar aviones estatales para asistir a eventos políticos, lo que también fue parte de las investigaciones sobre su ética.
En abril de 2024, cuando aún era gobernadora de Dakota del Sur, Noem generó una gran controversia al revelar en su libro de memorias, No Going Back, que había matado a tiros a su perra de 14 meses, llamada Cricket. De acuerdo con su relato, durante una cacería, Cricket se comportó de manera indisciplinada, alejándose del grupo y asustando a las aves fuera del alcance de los cazadores. Noem describió sentirse “furiosa” por el comportamiento del animal y, tras considerar que era “peligroso” e “imposible de entrenar”, decidió dispararle en una gravera cercana.
Además, en el mismo episodio, también mató a un macho cabrío que describió como “desagradable” y “agresivo” hacia sus hijos.
La publicación de este relato provocó una oleada de críticas tanto de defensores de los derechos de los animales como de figuras políticas de diversos espectros. Muchos cuestionaron la ética de sus acciones y su juicio al manejar la situación de esa manera. En respuesta, Noem defendió su posición, argumentando que en entornos rurales y agrícolas, a menudo es necesario tomar decisiones difíciles respecto a los animales para garantizar la seguridad y el bienestar de la familia y la comunidad. Sin embargo, la controversia afectó su imagen pública y generó debates sobre su idoneidad para ocupar cargos de mayor responsabilidad.
A pesar de todo, Noem se convirtió en una figura destacada dentro del Partido Republicano, y su relación con
Donald Trump se fortaleció considerablemente. Ese mismo año, tras la reelección de Trump, Noem fue nominada como
secretaria de Seguridad Nacional, un cargo que la posicionó como una de las funcionarias más influyentes de la administración. Su confirmación en el Senado, con 59 votos a favor y 34 en contra, reflejó tanto su respaldo dentro del Partido Republicano como la fuerte oposición entre los demócratas.
Al frente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), enfrenta retos monumentales, incluyendo la crisis migratoria en la frontera sur, la amenaza del terrorismo interno y la modernización de la infraestructura de seguridad interna.
Su enfoque ha sido endurecer las políticas de inmigración y reforzar las medidas de control fronterizo, alineándose con la visión de Trump de mantener una postura estricta contra la inmigración indocumentada.
Más allá de su carrera política, Kristi Noem es una mujer profundamente arraigada en su vida familiar. Junto a su esposo, Bryon Noem, ha criado a tres hijos y la familia sigue residiendo en su rancho en Dakota del Sur. A pesar de su ascenso en la política nacional, ha mantenido su conexión con su comunidad, visitando regularmente su hogar y participando en actividades locales.
La historia de Kristi Noem no sólo es la de una gobernadora o una secretaria de Seguridad, sino la de una mujer que, contra todo pronóstico, transformó la adversidad en una plataforma para el cambio y la acción política.