Las escasas lluvias reducen la disponibilidad de forraje y afectan la producción lechera en una de las regiones clave para la ganadería mexicana.
Ganaderos de Aguascalientes atraviesan un momento crítico por la falta de lluvias, que ha mermado la producción de leche. La sequía severa ha reducido la disponibilidad de pasto y forraje, generando un impacto directo sobre la alimentación del ganado y, en consecuencia, sobre el volumen de leche producido.
Este escenario complica especialmente a los pequeños productores, quienes no cuentan con recursos suficientes para adquirir suplementos alimenticios. La escasez de pasto obliga a muchos a vender parte de sus hatos, lo que podría comprometer la sostenibilidad del sistema lechero regional a mediano plazo.
La situación también repercute en la calidad del producto. Al estar los animales mal alimentados, la leche obtenida es menos rica en sólidos, lo que impacta negativamente tanto en el precio recibido como en el destino industrial de la materia prima.
Además, se señala que el precio pagado por litro no se ha ajustado a los costos adicionales que implica producir bajo condiciones climáticas extremas, lo cual deja a muchos productores operando con márgenes muy ajustados o incluso en pérdidas.
Desde las asociaciones ganaderas se insiste en la necesidad de políticas públicas de apoyo, como subsidios a la alimentación o acceso a créditos blandos, para evitar una caída estructural en la producción lechera de esta región clave para el centro-norte de México.
Fuente: Hidrocálido Digital – Ver nota original
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