La migración total a fuentes de energía limpia es el resultado de una estrategia integral que ha involucrado inversiones en infraestructura, alianzas con proveedores de energía renovable y una profunda transformación en sus procesos operativos. Este compromiso con la energía verde abarca todas las líneas de producción de Nestlé en México, desde el café hasta sus productos lácteos, demostrando una coherencia en su visión de un futuro más sostenible y responsable con el medio ambiente.

Para el sector lácteo, la adopción de energía renovable por parte de un gigante como Nestlé tiene implicaciones importantes. Al procesar una gran cantidad de leche y producir diversos derivados, la reducción de emisiones en sus plantas impacta positivamente la cadena de valor completa. Esto no solo contribuye a la decarbonización de la industria láctea, sino que también puede incentivar a los productores de leche a explorar prácticas más sostenibles en sus granjas, creando un efecto dominó positivo.

Este tipo de acciones por parte de grandes corporaciones son cruciales en la lucha contra el cambio climático y para alcanzar los objetivos de sostenibilidad global. La experiencia de Nestlé en México sirve como un caso de estudio para otras empresas de la agroindustria que buscan reducir su impacto ambiental y operar de manera más eficiente. Demuestra que la rentabilidad y la responsabilidad ambiental pueden ir de la mano, fomentando la economía circular.