El subsidio es considerable, pues el gobierno estatal cubre más del 50% del costo de la urea, un fertilizante esencial. Esto significa que los agricultores solo tienen que aportar una pequeña fracción del valor comercial, lo que representa un alivio directo e inmediato a sus finanzas. La entrega de una tonelada de fertilizante a cada uno de los 34 productores en Camargo es un ejemplo claro del impacto positivo de este programa.

El apoyo no se limita solo a un insumo. En Jiménez, el programa se extendió con la entrega de camiones de fertilizante, avena y maíz, sumando cerca de 100 toneladas de ayuda. Esta diversidad de apoyos demuestra un enfoque integral para atender las diferentes necesidades de los productores, incluyendo a aquellos dedicados a la ganadería lechera, que necesitan forrajes y granos para alimentar a su ganado.

A la fecha, el programa ha logrado distribuir más de 2,000 toneladas de insumos agrícolas en todo el estado, incluyendo no solo fertilizante y forrajes, sino también concentrados para ganado lechero y proyectos de bombas de agua subsidiadas. El hecho de que ya se hayan aprobado 170 de más de 200 proyectos presentados muestra una respuesta positiva y la necesidad real que existe en el sector productivo.