El alza en las ventas se debe a varios factores, incluyendo la temporada alta de turismo en la región y el aumento del consumo de productos locales. Los productores de queso de Mazatlán han sabido capitalizar esta tendencia, ofreciendo productos frescos y de calidad que son muy valorados por los visitantes y los residentes. La producción artesanal, que se ha transmitido de generación en generación, es una de las principales ventajas competitivas de la industria quesera de la región.

La reactivación de las ventas es una excelente noticia para la economía del campo de Mazatlán. El queso es un producto con un alto valor agregado, lo que se traduce en un mayor ingreso para los productores y sus familias. El aumento de la demanda también genera empleos indirectos en la cadena de suministro, desde los proveedores de leche cruda hasta los distribuidores. Es un ciclo virtuoso que impulsa el desarrollo económico de las comunidades rurales.

A pesar del optimismo, los productores enfrentan desafíos importantes, como el aumento en los costos de producción y la competencia de productos industriales. Para mantener el impulso de las ventas, los productores de queso de Mazatlán deben seguir invirtiendo en calidad, innovación y promoción. La tecnología, la capacitación y la certificación de la calidad son herramientas clave para que la industria pueda crecer de manera sostenible y para que el queso de Mazatlán siga siendo un tesoro gastronómico.