La donación, valorada en un millón de pesos, se traduce en un impresionante volumen de 50,000 litros de leche, lo que requiere una coordinación logística importante para su acopio, procesamiento y distribución eficiente. Este proceso implica la necesidad de trabajar con empresas lácteas que puedan garantizar la calidad e inocuidad del producto, además de manejar la cadena de frío hasta el punto de entrega. Para los industriales, participar en este tipo de programas refuerza su responsabilidad social corporativa y su vínculo con las comunidades productoras.

El impacto de estos 50 mil litros de leche es directo en la nutrición de miles de personas. La leche, con su alto contenido de proteínas de alta calidad, calcio y vitaminas, es un alimento completo fundamental para el desarrollo infantil y la salud de los adultos mayores. El hecho de que la donación se realice en volumen y de manera inmediata es crucial para paliar las carencias nutricionales de las familias vulnerables que enfrentan dificultades económicas para acceder a la canasta básica de alimentos.

Esta acción del funcionario Armenta es un llamado de atención a la sociedad y a otros actores políticos y empresariales sobre el rol que el sector agropecuario tiene en las soluciones a los problemas sociales. Al inyectar capital en la compra de un producto esencial de la producción local, no solo se ayuda a las personas, sino que también se fortalece la cadena de valor láctea poblana, incentivando la actividad ganadera y la generación de empleo en el campo.