María Teresa Delgado Zárate, vicepresidenta de Index Juárez, estimó que las pérdidas diarias por este tipo de movilizaciones alcanzan los 250 millones de dólares únicamente en exportaciones. La ruptura logística ha impactado sectores estratégicos como la industria automotriz, aeroespacial y médica, además del abastecimiento de combustibles, alimentos e insumos básicos para la población. La ampliación de horarios en las aduanas había permitido atender parte del rezago acumulado, pero la nueva convocatoria genera incertidumbre en toda la cadena productiva.

Los agroproductores mantienen su posición exigiendo que el Gobierno federal cree una reserva de alimentos a través del programa Alimentación para el Bienestar, además de liberar toneladas de granos almacenados e imponer precios fijos. Con al menos 13.4 millones de toneladas de frijol, maíz, trigo y sorgo almacenadas en bodegas, los agricultores también demandan seguridad para los choferes de quinta rueda en las carreteras. Estas exigencias surgieron tras mesas de trabajo en Ciudad de México relacionadas con la Ley General de Aguas y su reciente reforma.

El impacto en la industria manufacturera de exportación es devastador. Los bloqueos generan costos extras por horas improductivas, mayor consumo de combustible y acumulación de mercancías en puertos y aduanas, con efectos multiplicadores sobre la economía nacional. El sector lácteo, altamente dependiente de importaciones de insumos, materias primas y productos terminados desde Estados Unidos, enfrenta una parálisis operativa que amenaza la continuidad del abastecimiento regional.