Estudios sugieren que el consumo regular de ciertos quesos podría asociarse con menor riesgo de demencia, aunque no prueban causalidad.
Investigaciones epidemiológicas recientes han observado una asociación entre el consumo frecuente de queso rico en grasa y un menor riesgo de desarrollar demencia en adultos mayores, un hallazgo que ha captado la atención tanto del público como de profesionales de la nutrición y la salud cerebral. Estos estudios no implican una relación causal directa, pero abren la discusión sobre el papel potencial de productos lácteos en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
En un estudio prospectivo de más de 25 años, participantes que consumieron al menos 50 g diarios de queso con alto contenido de grasa (por ejemplo cheddar, Brie o Gouda) mostraron aproximadamente un 13 % menos probabilidad de desarrollar demencia que quienes consumieron muy poca cantidad. La reducción fue incluso mayor —cerca del 29 % para la demencia vascular— lo que sugiere que ciertos compuestos presentes en quesos maduros podrían influir en la salud cerebral a largo plazo.
El mismo estudio vinculó el consumo de crema con alto contenido graso (≥ 20 g al día) con una disminución del 16 % en el riesgo de demencia, aunque otros productos lácteos como queso y crema bajos en grasa, leche o yogur fermentado no mostraron efectos similares. Esto indica que no todos los lácteos tienen el mismo impacto potencial, y que la interacción entre grasa, micronutrientes y el proceso de fermentación puede ser clave.
Los mecanismos detrás de este patrón aún no están claros y no se puede afirmar que comer queso “prevenga” la demencia. Los investigadores destacan que factores de estilo de vida integral, como ejercicio físico, control de presión arterial, salud metabólica y dieta equilibrada, desempeñan un papel más consistente y robusto en la reducción del riesgo de deterioro cognitivo que la ingesta de un solo alimento.
Para la comunidad láctea internacional —productores, nutricionistas y analistas— estos hallazgos refuerzan la importancia de diferenciar entre tipos de productos lácteos, entender cómo su composición puede influir en la salud humana y comunicar con precisión que la evidencia es observacional, no causal. Más estudios, especialmente en diversas poblaciones y contextos dietéticos, serán necesarios antes de sacar conclusiones firmes sobre quesos y prevención de demencia.
Fuente: Euronews – Eating full-fat cheese and cream linked to lower dementia risk, Swedish study finds
https://www.euronews.com/health/2025/12/19/eating-full-fat-cheese-and-cream-linked-to-lower-dementia-risk-swedish-study-finds
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