Mexicanos consumen menos de una quinta parte de la leche recomendada. Analizamos la brecha nutricional y el impacto en la salud pública y el sector lácteo.
Alarma Nutricional Consumo de Leche en México Cae

Los mexicanos consumen menos de una quinta parte de la leche recomendada, una brecha nutricional que impacta la salud pública y pone presión sobre los programas de fomento del sector lácteo nacional.

Los datos de consumo de leche en México revelan una preocupante brecha nutricional: la población consume menos del 20% de la cantidad diaria recomendada por organismos internacionales de salud. Este déficit en la ingesta láctea es un foco rojo que no solo afecta la salud pública, especialmente en términos de aporte de calcio y vitamina $\text{D}$, sino que también plantea un gran desafío para el sector lácteo nacional. Si bien la producción local ha crecido, el consumo per cápita sigue estando lejos de los niveles óptimos, lo que exige estrategias de fomento al consumo más efectivas y dirigidas.

La baja ingesta de leche tiene consecuencias directas en la salud ósea de la población, incrementando el riesgo de osteoporosis y otros padecimientos carenciales. Este factor es particularmente crítico en la población infantil y adolescente, donde la proteína láctea y el calcio son esenciales para el crecimiento y desarrollo adecuado. La industria láctea mexicana y las autoridades sanitarias deben trabajar conjuntamente en campañas de divulgación que desmitifiquen la leche y enfaticen su alto valor nutricional como alimento básico.

Desde una óptica económica y de producción, la baja demanda per cápita dificulta la expansión y la rentabilidad de los productores de leche cruda. El consumo de leche es el motor primario de la economía láctea, y si el mercado interno no absorbe la producción de manera eficiente, se incrementa la presión sobre los precios y se hace más vulnerable al desplazamiento por importaciones de leche en polvo. La reactivación de la demanda interna es, por lo tanto, una medida de seguridad económica para el sector primario.

La disparidad en el consumo también se relaciona con factores socioeconómicos y de accesibilidad. A pesar de la existencia de programas sociales como Liconsa, el acceso a leche de calidad y a precios asequibles sigue siendo un desafío en las zonas más marginadas del país. El combate a esta brecha requiere no solo subsidios, sino también mejoras en la logística de distribución y programas educativos que aseguren que las familias comprendan y prioricen la inclusión de lácteos en la dieta diaria.

En conclusión, el bajo consumo de leche en México es un problema multifactorial que exige una respuesta coordinada. La industria láctea tiene la oportunidad de liderar la solución a través de la innovación en productos (como leches fortificadas y de valor agregado) y el fomento de alianzas con el gobierno para cerrar la brecha nutricional. El aumento del consumo per cápita no solo mejorará la salud de los mexicanos, sino que también fortalecerá la economía de la cadena de valor láctea.

Fuente: Para más detalles sobre el bajo consumo de leche en México, consulta el análisis de Vértigo Político.

Ahora puedes leer las #noticias más importantes en los canales de #Whatsapp de #eDairyNews!!

🇲🇽 eDairy News MÉXICO: https://whatsapp.com/channel/0029VaLDr0G4SpkLXxDY3t2x

Te puede interesar

Notas Relacionadas

Compra y Vende Lácteos en

Destacados

Sumate a

Más Leídos

Mundo

Seguinos