El empresario Alejandro Puente Córdoba, exdirector de la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), ha muerto este lunes a los 60 años. La figura de Puente adquirió relevancia en años recientes, tras descubrirse su posible implicación en uno de los grandes fraudes millonarios documentados en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), la tienda de abasto social creada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, hundida en los escándalos de corrupción. La familia de Puente confirmó su fallecimiento a través de un obituario. No hay referencias a las causas de la muerte del empresario, que hace más de una década fue candidato de Movimiento Ciudadano (MC) al Senado y cuya pareja, ahora viuda, es funcionaria del Gobierno de Nuevo León, encabezado por el emecista Samuel García.

Puente Córdoba dio un inesperado salto del negocio de las telecomunicaciones al del procesamiento de leche. En 2014 constituyó la compañía Vicente Suárez 73, S.A. de C.V. como una empresa dedicada al negocio de la construcción. No fue sino hasta el inicio del Gobierno de López Obrador que la prosperidad le sonrió. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) documentó que su empresa suscribió en 2019 dos convenios con Segalmex para la producción y comercialización de productos lácteos, por un pago de 141 millones de pesos. Para justificar la contratación, la firma cambió su objeto social en diciembre de ese año y añadió la producción, maquila, distribución y comercialización de productos lácteos y sus derivados.

El órgano fiscalizador documentó que Vicente Suárez 73 subcontrató el 100% de los servicios con más compañías, algo prohibido por las leyes que regulan las adquisiciones públicas. Además, el vínculo comercial entre Vicente Suárez 73 y Segalmex no se formalizó mediante contratos, sino mediante “convenios de colaboración”, una medida para librar la obligación de someter el negocio a licitación entre varios concursantes. El responsable de la firma de los convenios fue René Gavira, exdirector de Administración y Finanzas de Segalmex, detenido y señalado por la Fiscalía General como el principal orquestador de los actos de corrupción registrados en la compañía estatal. La Fiscalía no ha querido implicar al director general de Segalmex, Ignacio Ovalle, un antiguo amigo de López Obrador.

Puente tampoco fue directamente acusado por este fraude, debido a que el empresario y sus socios transfirieron sus acciones a terceras personas desde diciembre de 2018, a los pocos días del inicio del Gobierno de López Obrador. No obstante, uno de los nuevos titulares de las acciones es Édgar Alejandro Armenta Peralta, que desde 2012 ha sido apoderado legal de otras compañías de Puente, de acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad. De hecho, Armenta es quien un año después firmaría los convenios obtenidos con Segalmex.

Una fuente relacionada con las investigaciones de la Fiscalía ha afirmado a este periódico que Puente forjó una relación familiar con Pilar Lozano Mac Donald, hija de Manuel Lozano Jiménez, exdirector Comercial de Segalmex y quien fue detenido en Argentina por su participación en la trama de corrupción. Pilar Lozano es representante en Ciudad de México de la oficina del Gobierno de Nuevo León, bajo las órdenes de Samuel García. Por su parte, una hija del empresario fallecido, Alejandra Puente García, también forma parte del partido naranja. En el directorio de la Comisión Operativa Nacional de MC —su órgano directivo—, la hija de Puente funge como integrante. En 2018 fue diputada federal suplente por tres años, y en 2021, fue candidata a diputada local en el Congreso de Ciudad de México, aunque perdió las elecciones.

Los nexos con la formación naranja resultan aún más relevantes dado que el propio Alejandro Puente fue candidato al Senado por ese partido en los comicios de 2012. Además, el primer director general de Segalmex, Ovalle, creó y presidió una organización política adherente a MC. En dicha organización participaba César Manuel Lozano Mac Donald, otro hijo de Manuel Lozano, el exdirector preso en Argentina. Este hijo, además, fue contratado por Ovalle en un puesto directivo en Segalmex en el mismo periodo en que su padre fungió como jefe Comercial y la época de los mayores desfalcos en la paraestatal.