El municipio poblano lanza un programa de mejoramiento genético bovino para elevar la calidad de la leche cruda y potenciar la rentabilidad de los productores locales.
El municipio de Coronango, en el estado de Puebla, ha iniciado una estrategia de tecnificación ganadera mediante la aplicación de programas de inseminación artificial en bovinos. Esta medida busca transformar la realidad de los pequeños productores que tradicionalmente comercializan “leche bronca”, permitiéndoles acceder a genética de alta productividad. Al introducir razas con mayor potencial lechero, el gobierno local pretende no solo incrementar el volumen de litros por vaca, sino también mejorar la composición de sólidos totales (proteína y grasa), factores que son determinantes para el valor comercial del producto en el mercado actual.
Desde la óptica de la economía láctea, la inseminación artificial es una de las herramientas con mayor retorno de inversión para la ganadería familiar. Al eliminar la necesidad de mantener sementales costosos y reducir los riesgos de transmisión de enfermedades reproductivas, los productores pueden optimizar sus costos operativos. Para los analistas del sector, este salto tecnológico es fundamental para que la leche poblana deje de ser vista únicamente como un commodity de bajo costo y comience a cumplir con los estándares de calidad que exige la industria procesadora formal.
El programa también contempla la capacitación técnica, asegurando que el manejo nutricional y sanitario acompañe el progreso genético. De nada sirve contar con ejemplares de alta alcurnia si no se garantiza una dieta balanceada que permita expresar ese potencial productivo. Esta visión integral es crucial para fortalecer la competitividad regional, permitiendo que los ganaderos de Coronango se posicionen mejor frente a los desafíos de un mercado nacional cada vez más exigente en términos de trazabilidad y bioseguridad láctea.
Un impacto colateral positivo de esta iniciativa es el fomento del arraigo rural y el relevo generacional. Al hacer que la actividad lechera sea más rentable y moderna, se incentiva a los jóvenes a permanecer en el campo, viendo en la producción de leche un negocio viable y tecnificado. Para la agroindustria poblana, consolidar núcleos de producción eficiente en municipios periféricos es una estrategia inteligente para asegurar el abasto de proximidad y reducir los costos logísticos de transporte hacia las zonas urbanas.
En conclusión, la apuesta por la inseminación en Coronango es un paso firme hacia la soberanía alimentaria local. La mejora genética es el primer eslabón para que los productores de leche cruda puedan integrarse a cadenas de valor más formales y lucrativas. Fortalecer la base biológica del hato es, en última instancia, blindar el futuro de cientos de familias que dependen del sector lácteo, garantizando que la leche de Puebla siga siendo un motor de desarrollo económico y salud para la región.
Fuente: El Sol de Puebla
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