La principal causa de esta escasez es una combinación de factores climáticos y económicos. Las sequías en países clave de África occidental, los principales productores de cacao, han devastado las cosechas. A esto se suma la falta de inversión en nuevas plantaciones y el envejecimiento de los árboles, lo que ha limitado la oferta. Para las empresas que dependen de este ingrediente, la situación es crítica, ya que afecta directamente su capacidad para cumplir con la demanda, especialmente en las épocas de mayor consumo como Halloween y Navidad.

El alto precio del cacao está obligando a las empresas a replantear sus estrategias de producción. Algunas están optando por reducir el tamaño de sus productos, mientras que otras están explorando ingredientes alternativos o reformulando sus recetas para utilizar menos cacao. Esta situación podría tener un impacto en la percepción del consumidor y en la calidad de los productos. Aunque la nota se centra en el cacao, la crisis también afecta a los productores de leche, ya que muchos de los productos de chocolate son una mezcla de cacao y leche, por lo que la demanda de un insumo impacta en la del otro.

La crisis del cacao también tiene un componente de sostenibilidad. La falta de ingresos para los agricultores y el impacto del cambio climático en las cosechas subrayan la necesidad de un enfoque más justo y sostenible en la producción. Las empresas están bajo presión para encontrar soluciones a largo plazo que no solo garanticen el suministro, sino que también apoyen a los productores de manera ética y responsable.