Los productores de leche en Acajete, a pesar de sus esfuerzos y la eficiencia de su ganadería lechera, se encuentran con un cuello de botella. Producen más leche cruda de la que pueden procesar o vender, lo que se traduce en excedentes y, en muchos casos, pérdidas económicas significativas. Esta falta de infraestructura para el envasado y la industrialización limita su capacidad para generar valor agregado, dejándolos a merced de los precios del mercado mayorista.

La ausencia de un apoyo concreto por parte de las autoridades para adquirir maquinaria de envasado o para crear centros de acopio y procesamiento comunitarios frena el desarrollo de la industria láctea local. Los productores necesitan más que solo producir; requieren herramientas y recursos para convertir su leche en productos lácteos competitivos, lo que les permitiría tener un mayor control sobre sus ingresos y no depender exclusivamente de la venta a granel.

Para los analistas del sector agropecuario, el caso de Acajete es un claro ejemplo de cómo la falta de planificación integral puede sabotear el potencial de una región. Una sobreproducción sin las herramientas adecuadas para su manejo y comercialización no solo perjudica a los productores, sino que también desaprovecha una oportunidad valiosa para el crecimiento económico y la seguridad alimentaria regional.