Los ganaderos de Chiapas argumentan que el precio de la leche no cubre los costos de producción, lo que los deja en una posición financiera muy vulnerable. El aumento en el precio del alimento balanceado, la electricidad y los insumos veterinarios ha reducido significativamente sus márgenes de ganancia. Además, la competencia desleal de la leche importada y los productos sucedáneos que se venden a un precio más bajo ha presionado a la baja el precio de la leche cruda, lo que ha generado una gran incertidumbre en el sector.

El problema de los bajos precios también tiene un impacto directo en la cadena de suministro. Cuando los productores no pueden obtener un precio justo por su producción, la calidad de la leche se puede ver afectada. La falta de inversión en las granjas puede llevar a un menor cuidado de los animales, lo que podría generar problemas de sanidad animal y de inocuidad del producto. Es un ciclo negativo que afecta a todos los actores, desde el ganadero hasta el consumidor final.

La situación en Chiapas es un llamado de atención para que el gobierno y la industria láctea trabajen en conjunto para encontrar una solución al problema de los bajos precios. La implementación de políticas públicas que protejan a los productores, como la compra de leche a un precio justo por parte de empresas paraestatales, podría ser una solución a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, se necesita una reestructuración de la cadena de suministro para que sea más transparente y equitativa para todos.