Uno de los líderes ganaderos, que prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, describió el modus operandi de los ladrones. Estos criminales llegan a caballo, arrean el ganado, lo matan en el mismo lugar y proceden a despellejar y desmembrar los animales, dejando solo restos como la cola y las patas. Este método cruel y eficiente permite que la carne robada llegue rápidamente a las carnicerías y mercados locales, exacerbando el problema.

En 2023, Veracruz encabezó la lista de estados con mayor número de robos de ganado, registrando 308 carpetas de investigación, seguido de Tabasco con 277 y San Luis Potosí con 194. Este año, Veracruz sigue liderando con 97 casos reportados entre enero y abril. La incidencia delictiva ha llevado a los ganaderos a vivir en constante temor, ya que estos actos violentos suelen ir acompañados de amenazas y uso de armas de fuego.

El impacto económico es devastador para los ganaderos, muchos de los cuales se han visto obligados a declararse en quiebra. Jorge Arano, un campesino de Veracruz, compartió su experiencia señalando que cuando los ladrones arrasan con todo el ganado, la situación se vuelve insostenible económicamente.