El informe de la OMC destaca que la IA podría reducir los costos de producción y de logística en todas las cadenas de suministro. En el sector lácteo, por ejemplo, la IA puede optimizar la alimentación del ganado, predecir el rendimiento de la leche, monitorear la salud animal y automatizar los procesos de ordeño y envasado. El uso de la IA también puede mejorar la trazabilidad de los productos, lo que aumenta la confianza de los consumidores en la calidad y la inocuidad de la leche.

Además de la producción, la IA también tiene un impacto en el comercio y las finanzas. La IA puede analizar los datos del mercado en tiempo real para predecir la demanda de productos lácteos, optimizar los precios y gestionar el inventario. La IA también puede identificar nuevas oportunidades de negocio y mercados para la exportación de leche y otros productos lácteos. Es una herramienta de inteligencia de mercado que puede generar un mayor retorno de la inversión para las empresas del sector.

El informe de la OMC también señala que la IA podría reducir las barreras comerciales y los costos de transacción entre los países. La IA puede automatizar los procesos aduaneros, reducir la burocracia y facilitar la documentación, lo que haría que el comercio internacional de leche sea más rápido y eficiente. La tecnología es una de las principales claves para que los países puedan competir en igualdad de condiciones en el mercado global.