Aguascalientes lanza Ali Leche ante paradoja láctea: costos bajan, producción sube, pero anaquel mantiene precios altos.
La industria láctea mexicana enfrenta una paradoja que evidencia asimetrías de poder en la cadena de valor, según denuncia el sector productivo de Aguascalientes. A pesar de que ha sido un año favorable para el sector lechero debido a la abundancia de lluvias y la reducción en el costo de las pasturas, el precio de la leche para el consumidor final no ha disminuido, afirmó Jaime González Ulloa, presidente de la Unión Ganadera Local de Aguascalientes. Esta situación revela cómo las grandes procesadoras lácteas capturan los beneficios de condiciones productivas favorables sin trasladar ahorros a consumidores ni mejores pagos a productores primarios.
El comportamiento de la industria procesadora demuestra estrategias de maximización de márgenes a expensas de productores y consumidores simultáneamente. Señaló que, aunque la producción aumentó y los insumos se abarataron, las industrias mantienen precios altos en anaquel, lo que limita el beneficio directo para las familias. El dirigente destacó que, mientras algunas empresas ajustaron a la baja el pago a los productores por litro de leche, los productos procesados continúan siendo costosos en el mercado. Esta práctica de “doble compresión” —reducir pagos en origen mientras sostienen precios finales— concentra rentabilidad en el eslabón industrial, dejando a ganaderos y consumidores como perdedores netos.
La respuesta gubernamental estatal busca romper este esquema mediante intervención directa en el mercado lácteo local. Ante este escenario, reconoció la estrategia impulsada por el Gobierno del Estado en coordinación con Gilsa, que puso a disposición leche ultrapasteurizada en bolsa a través de la marca Ali Leche, con un precio de 15 pesos por unidad. Este modelo de comercialización subsidiada o con márgenes comprimidos representa una alternativa para familias de bajos ingresos, aunque su viabilidad a largo plazo depende del compromiso gubernamental continuo y la capacidad de procesar volúmenes suficientes para mantener la estructura de costos.
Las importaciones de leche en polvo agravan la distorsión del mercado nacional, complicando la ecuación económica para productores locales. González Ulloa explicó que esta alternativa ha permitido a los hogares acceder a un producto de calidad a un costo accesible, especialmente en un momento en el que la oferta nacional enfrenta presiones por la importación de leche en polvo. Subrayó que, aunque hay producción suficiente en el país, la entrada de producto extranjero mantiene distorsionado el mercado y afecta la capacidad de los ganaderos para colocar su leche a un precio justo. Esta competencia desleal entre leche fluida nacional y polvo importado reconstituido deprime artificialmente los precios en origen sin beneficiar proporcionalmente al consumidor final.
La denuncia del líder ganadero pone en evidencia una estructura de mercado que perpetúa injusticias económicas en ambos extremos de la cadena. El representante ganadero aseguró que, aun con la sobreoferta, la leche nacional siempre encuentra salida, pero insistió en que la industria debe reflejar las condiciones actuales en los precios al consumidor, dado que los costos de producción han disminuido mientras el valor en los estantes permanece elevado. Lamentó que el costo de producción se ha mantenido durante muchos años por debajo del precio justo para los productores lecheros. Esta situación exige políticas públicas que promuevan transparencia en la formación de precios y eviten concentraciones oligopólicas que permiten a procesadoras capturar rentas excesivas sin justificación en sus estructuras de costos.
Fuente: El Heraldo de Aguascalientes
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