La nueva planta no solo servirá como un centro de procesamiento, sino también como un punto de acopio vital para la leche cruda de los ganaderos oaxaqueños. Al tener un lugar cercano para procesar su producción, los productores reducirán sus costos de transporte y se beneficiarán de una cadena de suministro más eficiente. Este apoyo es crucial para los productores a pequeña escala, ya que les permite competir de manera más efectiva en el mercado lácteo y asegurar la sostenibilidad de sus granjas.

El proyecto también tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria de la región. Al procesar la leche localmente, la planta de Liconsa garantizará que el producto que llega a los consumidores sea pasteurizado y cumpla con los más altos estándares de calidad e inocuidad. La leche fortificada del programa “Leche del Bienestar” es esencial para la nutrición de las familias más vulnerables, y esta nueva planta asegurará un suministro más constante y confiable de este alimento.

La inversión en esta planta demuestra el compromiso del gobierno con el desarrollo del sector agropecuario en el sureste de México. Históricamente, esta región ha enfrentado desafíos de infraestructura que limitaban su potencial productivo. Con la construcción de esta planta, se busca no solo aumentar la producción lechera, sino también generar empleo y oportunidades de negocio en toda la cadena de suministro, desde el campo hasta la mesa.