Representantes del sector señalan que el aumento en la producción de becerros permitiría optimizar el aprovechamiento del hato ganadero, mejorar los indicadores reproductivos y asegurar una oferta más estable de animales para engorda y comercialización, tanto en el mercado interno como en destinos externos.

Para alcanzar este objetivo, los productores apuestan por mejoras en genética, sanidad y manejo reproductivo, además de un mayor acompañamiento técnico. Estas acciones buscan reducir pérdidas, elevar la tasa de parición y fortalecer la sostenibilidad económica de las unidades productivas ganaderas.

Desde una mirada agroindustrial, el incremento en la producción de becerros también tendría efectos indirectos en otras cadenas, como la lechera y la de carne bovina, al generar mayor disponibilidad de animales y favorecer una planificación más eficiente en los eslabones de engorda, faena e industrialización.