A quien ronda los 50 años de edad y había nacido en Hermosillo, seguramente les tocó esa etapa en que hubo escasez de leche en la ciudad, por lo que tenían que racionarla.
Definitivamente la vida en Hermosillo décadas atrás era muy distinta a la actual, el ritmo era más lento, pausado, no había el tráfico tan pesado con el que se sufre actualmente, para 1980 la capital sonorense no rebasaba los 300 mil habitantes, hoy en día, 45 años después, la cantidad de personas ronda el millón.
Todo ha crecido, la misma ciudad en infraestructura, en inversiones de la iniciativa privada para generar empresas y espacios laborales, al igual que la de los gobiernos, pero en aquellos años se llevaba un estilo de vida tranquilo, más cercano al de un pueblo, que al caótico de una metrópoli como lo es ahora.
En el tema de los servicios el tema era más local, las familias tenían las tienditas de barrio para hacer sus compras y para tomar perspectiva, supermercados como Walmart llegaron a Hermosillo en 1994 y el Súper del Norte nació en 1996, pero con una sola tienda, por mencionar algunos, no había las diferentes cadenas que hoy existen en la ciudad, y de ahí nace una etapa en la que hubo escasez de leche en Hermosillo.
Familias sin leche
“Por allá a inicios de los años 80s en Hermosillo ¡se dio una escasez de leche! La compañía que surtía de leche a nuestra ciudad era la Oro Puro. Recuerdo que la leche era racionada y ¡solo existía la presentación de 1 litro! En mi familia éramos 7, un litro no nos alcanzaba para nada. Así que mi mamá nos ponía a hacer fila para poder comprar un litro cada uno, pero eran filas enormes a dónde quiera que uno fuera y muchas veces la leche se acababa mientras hacíamos fila”, relata la publicación en Facebook.
Este tema lo sacó del baúl de los recuerdos José Alberto Valenzuela Ríos, quién recordó esa crisis de productos lácteos, ya que la empresa que surtía en la capital sonorense, llegó un momento que su producción no alcanzaba para la demanda que se tenía en ese tiempo, cuando aún no había marcas de alcance nacional como Lala o Alpura, que no llegaban para acá y la Leche Yaqui nacía formalmente como empresa en 1989 y se enfocaba más en el sur del estado y en Sinaloa.
“La escasez duró un buen tiempo, no recuerdo qué tanto, pero lo que sí recuerdo era que a diario mi madre nos llevaba después de la escuela para hacer fila y poder tener leche para la cena y para el desayuno del día siguiente. Definitivamente no éramos los únicos en hacer eso y ¡en los supers lograban identificar a quienes eran de la misma familia!”, recordó José Alberto.
Al final de cuentas, las familias tenían que buscar la forma de satisfacer su demanda de estos productos, y más cuando hay niños en casa, que son los que más consumen la leche en sus desayunos, ya sea en licuados, para acompañar su cereal o para tomarla así como sale del envase en su forma original.
“Mi madre a veces nos dejaba a mí y a mis hermanos en 4 lugares diferentes y ella se iba a otro lugar. En verdad era una misión imposible porque en aquellos tiempos no existían muchos supers a los que se podía acudir. Cuando mi madre iba por nosotros, era cuando nos dábamos cuenta si cenaríamos con leche, si desayunaríamos con leche o ninguna de las dos. ¡Qué tiempos aquellos!”, finalizó el relato.
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