En el periodo enero-noviembre de 2023, la producción de leche en el estado ascendió a aproximadamente 79 mil 065.71 litros y la de carne en canal a 23 mil 806.41 toneladas, según el reporte mensual del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), publicado en diciembre pasado.

Con base en este corte preliminar, del volumen total de leche que se ha producido, 77 mil 444.57 litros son de bovino y mil 621.13 litros son de caprino. De acuerdo a la proyección anual, todavía faltan cerca de seis mil 785 litros para alcanzar los 85 mil 850.470 litros estimados.

En cuanto a la carne en canal, de las 23 mil 806.41 toneladas obtenidas, siete mil 881.88 toneladas son de bovino; 11 mil 672.55 toneladas son de porcino; dos mil 885.81 toneladas son de ovino; 318.99 toneladas son de caprino; 747.42 toneladas son de ave y 299.74 toneladas son de guajolote.

El reporte del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera muestra que la meta al concluir el presente año es de una producción de 26 mil 307.67 toneladas de carne, por lo que aún restaba una pequeña proporción.

Asimismo, precisa que para 2023 se programaron aproximadamente ocho mil 771.76 toneladas de carne de bovino; cerca de 12 mil 781.33 toneladas de porcino; tres mil 227.54 toneladas de ovino; casi 358.33 toneladas de caprino; 826.59 toneladas de ave y 342.08 toneladas de guajolote.

El SIAP, perteneciente a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), explica que en el caso de la carne de ave, el concepto se refiere a la obtenida de pollo y gallina “ligera y pesada” que ha finalizado su ciclo productivo.

Respecto del huevo para plato, de enero a noviembre del año pasado se produjeron mil 574.30 toneladas, de un total de mil 724.90 toneladas programadas. Sobre la producción de miel indica que se han obtenido 509.30 toneladas y de cera “en greña” una cifra de 13.93 toneladas.

De ‘lana sucia’ se habían producido 214.98 toneladas, de 229.06 proyectadas para 2023. Al respecto, la Sader explica que este producto es un pelo o vellón rizado, específicamente de ovinos; para obtenerlo se realiza una actividad llamada esquila o trasquila que consiste en sujetar al borrego para rasurarle esa capa.

“Lo obtenido es la materia prima antes de cualquier proceso de transformación y adición de valor. Después se realiza un tratamiento de lavado y rizado, con el cual se obtienen hilados a partir de los cuales se elaboran distintos productos a base de estambres y telas. Conforme al tamaño del rebaño y la disposición de razas, la trasquila se realiza en periodos determinados”.