La Profeco aclara que la leche es un producto natural que proviene de la secreción mamaria de animales sanos, como las vacas. En cambio, los productos lácteos son aquellos que, aunque contienen leche como ingrediente base, han sido modificados o combinados con otros componentes para crear un nuevo producto, como el queso, el yogurt, o las bebidas a base de suero de leche. Esta distinción es de gran importancia para el sector lácteo y para la competencia leal en el mercado.

El informe de la Profeco también destaca los beneficios nutricionales de la leche de vaca, rica en proteínas, calcio y vitaminas. Al diferenciarla de los productos lácteos que tienen un menor valor nutricional, la agencia está promoviendo un alimento que es fundamental para la salud pública, especialmente en el caso de los niños. Es una campaña educativa que beneficia a toda la cadena de suministro, desde el ganadero que produce la leche cruda hasta el consumidor final.

El problema del etiquetado engañoso ha sido una batalla constante para la industria láctea. Al comercializar como leche lo que en realidad son bebidas a base de suero o mezclas de baja calidad, las empresas desleales confunden al consumidor y perjudican a los productores que se dedican a la producción de leche genuina. La acción de la Profeco es un paso firme para combatir el fraude y para que el mercado sea más transparente.