Una de las principales ventajas del queso cottage es su alto contenido de proteínas de alto valor biológico, lo que lo convierte en un aliado ideal para dietas de control de peso, deportistas y personas que buscan mantener la masa muscular. Además, es relativamente bajo en calorías y grasas, especialmente en sus versiones bajas en grasa, lo que lo hace un producto lácteo muy recomendado por nutricionistas.

La elaboración del queso cottage difiere de la del requesón, aunque ambos son lácteos frescos. Mientras que el requesón se produce a partir del suero de la leche, el queso cottage se elabora a partir de la cuajada de la leche (generalmente descremada), que se corta en pequeños grumos y se enjuaga para eliminar el exceso de lactosa y suero. Este proceso le confiere su característica textura granular y un sabor más neutro, ideal para combinar con dulces o salados.

Para la industria láctea, el queso cottage representa un segmento de mercado en crecimiento, impulsado por la tendencia hacia alimentos saludables y funcionales. Su fácil digestión y su perfil nutricional lo hacen atractivo para un amplio rango de edades, desde niños hasta adultos mayores. Los productores de leche y los industriales pueden explorar diversas presentaciones y combinaciones para satisfacer la demanda de este producto lácteo.