1. Gruyere
El que los quesos se elaboren a partir de leche de vaca, no quiere decir que siempre representen un peligro para los intolerantes a la lactosa. Aquí son importantes las cantidades. Tal es el caso del queso gruyere, uno de los más famosos de Suiza que presenta una mínima cantidad de lactosa. Gracias al proceso de elaboración y curado, su nivel de lactosa es casi imperceptible. De esta manera, al consumirlo no tiene mayor efecto en el organismo.
2. Parmesano
Italia es reconocido a nivel mundial por grandes aportaciones culinarias; dentro de ellas, es imposible no mencionar al queso. Específicamente el queso ‘Parmigiano-Reggiano’, que cuenta con la certificación de Denominación de Origen (DOP). Bajo este sello, puedes estar seguro de que su consumo, no afectara a tu sistema digestivo, esto nuevamente gracias al proceso de maduración.
3. Mozzarella
Perfecto para pizzas, pastas y ensaladas caprese, la mozzarella es también uno de los quesos italianos más amados a nivel mundial. Con una textura suave y jugosa, mantiene una buena capacidad de fundido, por lo que su versatilidad es realmente amplia. Se elabora a partir de leche de búfala y mantiene un proceso de elaboración completamente artesanal, logrando que su porcentaje de lactosa sea mínimo. Gracias a esto, puede utilizarse cantidad abundante, sin tener efectos negativos en el organismo.
4. Camembert
Otra opción dentro de los quesos suaves es este de origen francés. Apreciado por su suavidad interna, protegida por una corteza firme, el queso camembert también es uno de los ejemplares que cuenta con certificación Denominación de Origen. Requiere de mínimo dos meses de maduración. También es importante mencionar que, si bien es un queso apto para intolerantes a la lactosa, toma en cuenta que es uno de los quesos suaves con mayor porcentaje de grasa, por lo que se recomienda que su consumo sea moderado.
5. Cheddar
Finalmente, el queso cheddar es conocido por su sabor fuerte y ligeramente ácido. Este tipo de queso es originario de Reino Unido y actualmente se mantiene dentro de los favoritos para aderezar comida rápida como hamburguesas o hot-dogs. Sin embargo, así como es popular, también es replicado sin las especificaciones que lo hacen autentico. La versión inglesa, requiere de un proceso de maduración que se extiende hasta por un año. De esta forma, se descompone la lactosa por completo o en el mayor porcentaje.
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