El sector lácteo del sureste de México está demostrando un notable dinamismo al buscar activamente la expansión de sus productos lácteos en nuevos mercados. Lejos de conformarse con el consumo regional, los productores están apostando por llevar la calidad y el sabor distintivo de su leche y quesos a otras partes del país. Para la economía lechera nacional, este movimiento es una excelente noticia, ya que fomenta la competencia, diversifica la oferta y pone en valor las tradiciones culinarias de la región.

Uno de los principales atractivos de los lácteos del sureste es su carácter único, ligado a la herencia cultural y a las técnicas de producción artesanal. Variedades como el queso de bola y el queso de hebra, entre otros, son un patrimonio culinario que los productores están listos para compartir con un público más amplio. Esta diferenciación es una de las grandes ventajas competitivas que la industria láctea de la región busca capitalizar.

La expansión no solo beneficia a los productores de queso y leche de la región, sino que también tiene un impacto positivo en toda la cadena de suministro. Al abrir nuevos mercados, se aumenta la demanda de la leche cruda, lo que puede generar mejores precios para los ganaderos y justificar la inversión en sus granjas lecheras. Este crecimiento es un motor para el desarrollo económico de las comunidades rurales del sureste.