Sesenta años de historia suma Reynaldo Bátiz Heredia en el Mercadito Rafael Buelna como comerciante. Con la venta de quesos y otros productos lácteos ha sido testigo del ir y venir de la gente de la ciudad de Culiacán y de la que viene de los ranchos y ciudades más alejadas, como de Los Ángeles, con la intención de llevarse productos locales y frescos.
“Espantandomoscas”
La Cremería Tamazula, ubicada al interior del famoso Mercadito, es administrada por Reynaldo y su hermano Humberto.
Reynaldo, de 67 años, recuerda que comenzó a los 7 años de edad “espantando moscas” de los quesos que vendían sus padres. Aunque, por el espíritu propio de la infancia, no quería trabajar, terminó aprendiendo y haciéndolo con gusto.
El puesto data probablemente desde que el Mercadito fuera de madera. Sus dueños eran Octavio Lizárraga y Galación Beltrán, de Tamazula, este último se lo traspasaría a Candelario Jesús Beltrán, esposo de su madre, Gloria Heredia Beltrán, y quien lo crio años después de morir su padre, Reynaldo Bátiz López.
Cuenta que su familia fue de las pioneras en tener un refrigerador hace más de 50 años; antes de ello, colocaban los quesos en fila india, sobre cartones para atrapar la humedad de los quesos y con un cuidado especial en espantar las moscas que buscaban pararse sobre ellos.
Eran tiempos en que el kilo del queso valía de 3.50 a 4 pesos, la carne a 4 pesos, y cuando llegaban camiones o tranvías de las rancherías con tanta gente que la policía tenía que sacarlos del mercado al caer la tarde.
El comerciante destaca que en el Mercadito se venden dos cosas principalmente: el queso y la machaca. Pero con otros negocios exitosos y característicos como las menuderías y las carnitas. Al contrario del Mercado Garmendia, donde es común el menudeo, aquí se vende de dos a cuatro veces por cliente.
“Tiene fama el queso aquí en Sinaloa y en Culiacán; la gente consume y conoce el queso. No se batalla porque venimos de ganaderos”.
Su negocio de quesos, “chiquito pero donde se vende mucho”, como otros negocios más que venden productos lácteos como él, encuentran clientes confiables que vuelven por la calidad, el precio y el servicio.
En su refrigerador se pueden quesos frescos, oreados y secos; requesón, mantequilla agria y queso con chile “una novedad”, entre otros productos lácteos que esperan ser saboreados por sus clientes.
Del Mercadito, Reynaldo destaca una característica muy especial: viene mucha gente de Los Ángeles; quieren seguir comiendo y vivir como si estuvieran aquí, vienen por el queso, por los huaraches y son nuestros mejores clientes. Los primeros que se van, porque en las generaciones después eso se va acabando.
Sobre si algún día se jubilará, con la característica risa y buen humor, Reynaldo señala seguir hasta cuando le den las fuerzas. Una filosofía que siguen otros que como él se dedican al comercio. “Yo tengo 67 años de edad, pero me siento como de 50. Puedo trabajar 5, 10 años…”, no hay fecha para dejar este negocio.
EL PERFIL
Reynaldo Bátiz Heredia
Comerciante
Edad: 67 años
Familia. Su hermano con quien comparte el negocio, Humberto Bátiz Heredia; su esposa, Irma Pereda Maytorena; y sus hijos, Cecilia y Miguel Humberto.
Lugar de nacimiento: Chacala, Durango.
Los inicios: Desde los 7 años de edad empezó a ayudar a sus padres que vendían quesos en el Mercado Rafael Buelna; y hasta ahora suma 60 años, trabajando junto a su hermano Humberto Bátiz Heredia
Ahora puedes leer las #noticias más importantes en los canales de #Whatsapp de #eDairyNews!!
🇲🇽 eDairy News MÉXICO: https://whatsapp.com/channel/0029VaLDr0G4SpkLXxDY3t2x