La Asociación Ganadera advierte que alrededor de 500 productores sufren los efectos de la sequía al secarse los pozos de agua.
La escasez de agua en la zona serrana de Mazatlán ha golpeado fuertemente a la comunidad, especialmente a los ganaderos, quienes están preocupados por la pérdida de peso de sus animales y buscan soluciones para revertir la situación.
José Antonio Lizárraga Rivera, presidente de la Asociación Ganadera Local, resaltó que han tomado medidas urgentes, como la perforación de pozos profundos, para obtener agua, ya que los manantiales naturales están empezando a secarse y la situación empeorará para el próximo mes de mayo según sus cálculos.
Aunque aún no hay informes de muertes de ganado, la falta de lluvias durante la temporada anterior ya está teniendo un impacto evidente en la sequía. La esperanza del sector ganadero reside en una pronta lluvia que alivie la situación.
«Estamos enfrentando la sequía mediante la perforación de pozos profundos. Tenemos una máquina trabajando porque estamos pasando por momentos críticos. Afortunadamente, no hemos registrado muertes de ganado», señaló el dirigente.
En la sindicatura de La Noria, cercana a los límites de Sinaloa y Durango, los manantiales naturales se están secando, afectando a comunidades como Los Metates, La Osa y Cerro Verde.
Lizárraga Rivera anunció planes para solicitar apoyo a la Unión Ganadera Regional de Sinaloa, buscando obtener pacas de alimento a precios accesibles para enviarlas a la zona montañosa y mitigar la escasez de alimento para el ganado.
Efectos de la sequía
Según el líder ganadero, alrededor de 500 productores de los 2 mil 300 afiliados a la Asociación están experimentando los efectos de la sequía. Ante esta situación, algunos están trasladando sus rebaños hacia el río Presidio en busca de agua para evitar pérdidas.
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