El problema de los bajos precios se agrava con el aumento constante en el costo de insumos clave como el alimento para el ganado y la energía. A pesar de los esfuerzos de los productores por aumentar la producción y mejorar la calidad, el margen de ganancia se reduce cada vez más, forzando a muchos a endeudarse o a abandonar la actividad. Esta situación es insostenible y, si no se resuelve, podría llevar a una disminución en la producción nacional de leche, afectando la seguridad alimentaria del país.

La unión entre los ganaderos es la herramienta más poderosa para enfrentar esta crisis. Al organizarse en cooperativas y asociaciones, los productores pueden negociar de manera más efectiva con las empresas lácteas y las autoridades, buscando acuerdos que beneficien a todas las partes. La experiencia de otros países, donde la industria láctea se basa en la colaboración entre los productores, demuestra que la unión es la clave para la estabilidad del mercado.

Además de la organización, los productores de Sinaloa también están buscando el apoyo del gobierno para implementar políticas que regulen el precio de la leche y eviten que caiga por debajo de los costos de producción. Los ganaderos señalan que la falta de una política de precios estable los deja a merced de las fluctuaciones del mercado y de las prácticas de los intermediarios. Es un llamado a la acción para que el sector agropecuario sea tratado como un pilar estratégico para la economía nacional.