La reactivación de estos centros es una respuesta directa a la necesidad de los ganaderos de tener un punto de acopio cercano y confiable para su producción. La falta de infraestructura ha sido un obstáculo histórico para el crecimiento del sector agropecuario en Tabasco, obligando a muchos productores a vender su leche a precios bajos o a lidiar con los altos costos de transporte. La Sedap ha reconocido este problema y ha puesto en marcha un plan para garantizar que la producción lechera del estado tenga el apoyo que necesita para prosperar.

Además de los beneficios económicos, la reactivación de los centros lecheros tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria. Al formalizar la cadena de suministro, se garantiza que la leche sea recolectada bajo los más altos estándares de higiene y calidad. Esto no solo protege la salud del consumidor, sino que también refuerza la reputación de la industria láctea de Tabasco, permitiendo que sus productos lácteos compitan de manera más efectiva en el mercado.

El plan de la Sedap también incluye la capacitación de los productores en mejores prácticas de producción y en el uso de tecnologías que permitan aumentar la eficiencia de sus granjas. Esta inversión en conocimiento y en capital humano es crucial para que el sector de Tabasco se modernice y se prepare para los desafíos del futuro. Es un enfoque integral que demuestra que el gobierno está comprometido con el crecimiento sostenible de la ganadería en el estado.