Así lo afirmó el gerente de Colanta, Sergio González, quien señaló que la cooperativa ya se está preparando para encarar el fenómeno de El Niño, que se estima podría prolongarse hasta abril.
LECHE
la cooperativa lechera se está preparando para afrontar el fenómeno climático de El Niño y las crecientes importaciones del alimento.

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Ante la queja frecuente de los consumidores sobre el alto precio de la leche y sus derivados como el queso, el gerente de Colanta, Sergio González, sostiene que estos no son costosos.

“Si son verdaderamente 100% productos cuya materia prima sea la leche, no están caros. Lo que pasa es que los están comparando contra unos productos a base de levaduras, harinas y lactosueros y en eso les rebajan los precios a la mitad”, explicó el empresario, quien insistió en que la tarea es hacer pedagogía para que la gente consuma, realmente, 100% proteína.

En 2024 la cooperativa celebrará sus 60 años de existencia, tiempo en el que ha observado un crecimiento vertiginoso y que, según sus administradores, sumará ingresos este año por unos $4 billones.

Sergio González, gerente de Colanta. FOTO cortesía

En diálogo con EL COLOMBIANO, González detalló como la cooperativa lechera se está preparando para afrontar el fenómeno climático de El Niño y las crecientes importaciones del alimento.

Por la temporada extensa de lluvias, ¿hubo enlechada?

“Anteriormente lluvia era sinónimo de producción lechera. Pero, las lluvias fueron tantas que las fincas se volvieron pantaneros y como no había abono suficiente, porque estaban demasiado costosos, los pastos no crecieron al nivel que uno hubiera podido esperar y como no había luminosidad para la fotosíntesis de las plantas también se afectó la producción de pasto y eso limitó mucho la producción de leche”.

¿Cómo se atendió la demanda?

“La diferencia que había entre la producción y lo que el mercado estaba demandando se suplió con importaciones de leche. Este año, en solo 6 meses, entraron 42.000 toneladas de lácteos en total, casi que lo mismo que entró en todo el 2022. Así que tenemos una proyección de que vamos a tener importaciones mayores que las del año pasado, lo que está haciendo que estemos compitiendo los que producimos 100% leche con una cantidad de bebidas lácteas y mezclas lácteas. Criticamos eso porque competimos con una materia prima que es 100% leche, pero el que haga una mezcla láctea o una bebida láctea no quiere decir que esté haciendo algo malo, porque eso está permitido”.

¿Colanta está importando leche?

“No, nosotros no importamos porque es suficiente la leche que compramos en Colombia. Si nosotros importáramos, ¿qué hacemos con la leche de nuestros productores que son los dueños de la cooperativa? Eso no tiene razón, y lo que estamos haciendo con los 2,1 millones de litros por día que estamos captando, es que cuando nos genera un excedente tenemos que pulverizarlo y guardarlo”.

¿La cooperativa exporta leche o sus derivados?

“Es algo incipiente. A Estados Unidos exportamos queso, yogurt, arequipe y avena. A Venezuela exportamos suero en polvo. Tenemos una planta de suero en el municipio de San Pedro, modernísima, y con ella abastecemos el mercado nacional, a la industria de alimentos y hemos logrado exportar para algunos clientes que nos han pedido desde Venezuela, pero es muy poco”.

¿Cómo se preparan para el fenómeno de El Niño?

“Cuando tuvimos un excedente de leche importante, porque la venta estaba por debajo de la captación, pudimos ir haciendo un inventario de leche en polvo. Creo que ese inventario nos va a servir mucho para las épocas de escasez. Puede que el precio mismo no nos ayude mucho porque la leche que nosotros producimos en Colombia es mucho más cara que la leche importada, pero creo que El Niño nos va a ayudar”.

¿Ya hay efectos de ese fenómeno climático?

“Para algunos sectores de la economía se ha visto, pero para otros no. En la zona del Norte antioqueño y en la Sabana de Bogotá el clima se ha comportado perfecto, incluso algunos productores lo han bautizado como hermoso Niño, porque en la noche llueve y en el día hace sol, entonces la luminosidad permite que el pasto crezca”.

¿Y cuál será el escenario si se agudiza o se fortalece?

“Creo que con lo que tenemos de leche almacenada nos podemos defender y si logramos mantener las captaciones que tenemos de 2,1 millones de litros día, diría que eso nos va a ayudar mucho”.

¿Y el inventario de leche en polvo de Colanta de qué orden es?

“De unas 4.500 toneladas”.

En agosto Colanta anunció que rebajaba $200 el precio de la leche, ¿hay posibilidad en esta época de otra rebaja?

“Eso depende del comportamiento que tenga el mercado en el pago de la materia prima. Si la materia prima baja un poco porque bajen los costos de producción, con toda seguridad que eso baja se la vamos a trasladar al consumidor final”.

Una de las apuestas del actual gobierno es comprar tierras para entregarlas a los campesinos. ¿Entre sus asociados hay alguien que tenga tierra para vender?

“No. En nuestro caso hablamos de pequeños y medianos productores, entonces tienen unas parcelas que son lo suficientemente necesarias para la producción de leche. En Antioquia, la Sabana de Bogotá y el Eje Cafetero no hay grandes extensiones de tierra improductiva o infértil, sino que es tierra que está ocupada con la ganadería de leche. Creo que nuestros productores no tienen tierra para vender”.

¿Qué lo inquieta en el mediano plazo?

“El panorama es complicado porque en dos años tendremos un TLC libre de arancel, lo que permitirá el ingreso de leche de Estados Unidos y para eso tenemos que prepararnos. Así que la apuesta más importante será la sostenibilidad del negocio, o sea, que el productor nacional no sufra con la entrada de una gran cantidad de productos importados. La idea es hacer unos pilotos y unos proyectos importantes para bajar los costos de producción en finca para que el productor sea cada vez más competitivo y no salga del mercado”.

¿Cómo le pegan al sector los bloqueos viales?

“Nos va a tocar seguir aprendiendo a vivir con eso, porque se volv paisaje”.

¿Cuánta leche ha perdido Colanta por esa situación?

“Nada. Hemos podido monitorear el comportamiento de las vías y buscamos rutas alternas. Tenemos un departamento de transportes que controla, más o menos, el radar de las vías”.

¿Sigue la lucha contra el lactosuero?

“Esa pelea no la vamos a ganar. Seguimos insistiendo y le hemos pedido a Invima, a los ministerio de Agricultura y Salud que intervengan porque necesitamos que el consumidor tenga claridad de qué es lo que está comprando”.

 

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