La industria láctea ha dependido durante años de envases como el Tetra Pak o el plástico, que son eficientes y seguros, pero que tienen un costo significativo. El precio del material de empaque ha aumentado en los últimos años debido a la inflación y a la volatilidad de los mercados de materias primas. Este aumento se ha trasladado al precio de la leche en los supermercados, lo que ha generado una demanda de productos más económicos por parte de los consumidores. El sector necesita encontrar soluciones de envasado que sean más baratas, sostenibles y seguras.

La tecnología es una de las principales herramientas para resolver el problema del empaque. La industria debe invertir en investigación y desarrollo de nuevos materiales y sistemas de envasado que reduzcan los costos sin comprometer la calidad y la inocuidad de la leche. La innovación no solo beneficiaría a las empresas, sino también a los consumidores, que tendrían acceso a leche de calidad a un precio más justo. Es un paso clave hacia un mercado más competitivo y equitativo.

Además del precio, el empaque también tiene un impacto ambiental que no se puede ignorar. El plástico y el cartón son materiales que tardan años en degradarse, y la industria tiene la responsabilidad de reducir su huella de carbono. La innovación en el envasado también debe enfocarse en el uso de materiales reciclables o biodegradables, lo que contribuiría a la sostenibilidad del sector y a la salud del planeta. Es una oportunidad para que la industria láctea se posicione como un líder en responsabilidad ambiental.