El nuevo formato responde a desafíos técnicos propios de las bebidas enriquecidas con proteína, que requieren estabilidad, seguridad alimentaria y conservación de propiedades nutricionales. Según la compañía, el envase permite mantener la calidad del producto durante toda su vida útil, sin comprometer sabor ni textura, aspectos clave para la aceptación del consumidor final.

Desde el punto de vista ambiental, el desarrollo incorpora materiales renovables y mejoras en eficiencia de diseño, alineadas con los objetivos globales de Tetra Pak de reducir emisiones de carbono y avanzar hacia envases completamente renovables y reciclables. La innovación se integra en la hoja de ruta corporativa que apunta a una economía circular en la industria de envases.

Para el sector lácteo y de bebidas alternativas, este avance refleja una tendencia creciente hacia productos de valor agregado, como bebidas proteicas, tanto de origen lácteo como vegetal. La capacidad de ofrecer envases adaptados a estas formulaciones se vuelve un factor competitivo clave para marcas que buscan diferenciarse en góndola y responder a nichos de consumo saludable.