Beber leche es algo que muchas personas tienen normalizado hoy en día, algo que, para la ciencia, puede resultar extraño ya que somos los únicos mamíferos que beben leche de otro animal y que sigue bebiéndola una vez acaba la niñez.

Sin embargo, esta bebida está muy presente en la alimentación actual, no solo en un vaso de leche, si no en otros tipos de lácteos como el queso, los yogures, los helados o la mantequilla, entre otros. Aunque parece que cada vez más gente tiene dificultades para digerir la leche, siendo intolerantes a la lactosa, otros muchos siguen consumiéndola sin problema.

Dentro de los consumidores habituales, lo más común es que la leche que se bebe sea de vaca, desnadata, semidesnatada o entera. No obstante y, dejando las bebidas vegetales a un lado, existe otra alterativa a la leche de vaca que es menos habitual pero que también podemos encontrar en los supermercados.

Se trata de la leche de cabra. A simple vista es igual que la leche de vaca, incluso apenas se distingue en el sabor, aunque la de cabra es algo más fuerte. Pero ¿qué diferencia hay entre ellas? ¿Es mejor tomar leche de vaca que leche de cabra o viceversa? La conocida farmacéutica y nutricionista Boticaria García ha hablado sobre ello en uno de los últimos vídeos en sus redes sociales.

«Se han estudiado a fondo las propiedades de ambas leches y la ciencia nos da buenas noticias. Sin alarmismos: las personas sanas pueden consumir los dos tipos de lácteos sin problema» Empieza diciendo la experta.

«¿Cuáles son las diferencias y por qué se habla entonces tanto de la leche de cabra? La primera diferencia está en las proteínas: La leche de vaca es más rica en un tipo de proteínas y la leche de cabra es más rica en otras». Así, explica que las de cabra pueden ser más fáciles de digerir para algunas personas que las de que tiene la leche de vaca. «Otra diferencia es el tamaño de los glóbulos de grasa: la leche de cabra forma glóbulos más pequeños, y en algunas personas lo digieren mejor, sin embargo, insisto, la mayoría de personas van a poder diferir estos (los de vaca) sin problemas», termina exponiendo.

Además, añade que «nutriente arriba nuetriente abajo», natrucionalmente la leche de vaca y la de cabra son prácticamente iguales: «Son primas hermanas», indica Boticaria García.

Por tanto, a priori, la leche de cabra sería más fácil de digerir por sus tipos de proteínas y sus glóbulos de grasa menores, aunque no duda en señalar que los de vaca también suelen poderse digerir por cualquier persona sana que tome la leche de este animal. Incidiendo en los problemas digestivos, el consejo que mejor considera la experta es acudir al médico y que valor tu caso específico antes de sacar conclusiones y hacer pruebas por tu cuenta.

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