El acuerdo se alcanzó tras las conversaciones entre el Comisario de Comercio de la UE, Maroš Šefčovič, y el Secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard.
En un comunicado, la Comisión Europea afirmó que el acuerdo promueve la colaboración estratégica en «cuestiones geopolíticas clave» como la «reducción del riesgo de las cadenas de suministro, la garantía del suministro sostenible de materias primas críticas y la lucha contra el cambio climático».
Bruselas dijo que la UE es el tercer socio comercial de México. A la inversa, México es el segundo socio comercial de la UE en América Latina.
En virtud del acuerdo, México eliminará aranceles de hasta el 100% sobre productos de la UE, como el queso, las aves de corral, el chocolate y el vino.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: «La UE y México ya son socios de confianza. Ahora, queremos profundizar aún más nuestra cooperación, beneficiando fuertemente a nuestros pueblos y economías. Los exportadores de la UE obtendrán nuevas oportunidades comerciales, incluidos nuestros agricultores y empresas agroalimentarias.
«Este acuerdo histórico demuestra que un comercio abierto y basado en normas puede redundar en nuestra prosperidad y seguridad económica, así como en la acción por el clima y el desarrollo sostenible».
Este acuerdo también llega tras el acuerdo comercial alcanzado en diciembre entre la UE y Mercosur, un bloque económico y político sudamericano formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La UE y México iniciaron las negociaciones del acuerdo en 2016. El acuerdo actualizado se basa en el acuerdo comercial UE-México de 2000.
La relación comercial UE-México es «ya próspera», con un comercio de bienes que alcanzará los 82.000 millones de euros en 2023 y un comercio de servicios de 22.000 millones de euros en 2022, según Bruselas.
El acuerdo está sujeto a una revisión jurídica final antes de proceder a los procedimientos de celebración y ratificación, dijo la Comisión.
El acuerdo también incluye un capítulo sobre comercio y desarrollo sostenible, que establece compromisos jurídicamente vinculantes en materia de derechos laborales, protección del medio ambiente y cambio climático. Estará sujeto a un procedimiento específico de solución de diferencias que garantice su aplicación efectiva, añadió la Comisión.
Thijs Geijer, economista senior de alimentación y agricultura del banco holandés ING, describió el acuerdo comercial como una «clara señal de la UE de que sigue abierta al comercio».
«Al mismo tiempo, es una forma de que México reduzca algunos de los riesgos que los posibles aranceles de Trump suponen para los exportadores», añadió.
Antes de Navidad, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, indicó que planea aplicar aranceles del 25% a todas las importaciones procedentes de Canadá y México cuando asuma el cargo. La toma de posesión de Trump está prevista para hoy (20 de enero).
«En materia de alimentos y productos agrícolas, la UE sigue ampliando el acceso al mercado de una serie de productos, incluidas las bebidas y los productos lácteos, mediante la consecución de aranceles más bajos y/o reconocimientos adicionales de indicaciones geográficas para vinos, cervezas y licores», declaró Geijer.
«Es evidente que se está prestando especial atención a los productos de alto valor añadido. En algunos de esos mercados, los exportadores de la UE también compiten con sus homólogos estadounidenses, aunque es muy incierto en este momento cómo influirá la administración de Trump en el comercio agroalimentario, un deterioro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México podría dar otro impulso a los exportadores de la UE.»
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