Desde la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) emitieron un mensaje a la población, en el que aseguraron que los recientes casos de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad en el ganado estadounidense, no representa riesgo alguno para el estatus sanitario o el consumo de productos lácteos.
El presidente del organismo, Vicente Gómez Cobo, explicó que nuestro país no importa leche líquida desde EE. UU., sino que el producto traído es en polvo, el cual ya fue sometido a diversos procesos industriales que aseguran su inocuidad.
Señaló que los ganaderos mexicanos trabajan con hatos mucho más pequeños, de hasta 100 cabezas contra los 15,000 animales que suelen manejar en el país norteamericano, lo que facilita la detección inmediata de síntomas o comportamientos anómalos.
A esto se suman las prácticas de bioseguridad emprendidas a lo largo del sector, como controles de movilización de personal en los establos, vigilancia sanitaria permanente y la utilización de contenedores elaborados con acero inoxidable.
Dichas medidas se ven fortalecidas por los altos estándares de calidad y las normas regulatorias bajo los que se desempeña la industria láctea nacional, y que están enfocadas en dar certidumbre a los consumidores sobre los alimentos que llevan a sus hogares.
Aclaró para diario Reforma que a diferencia de las aves, la Influenza Aviar manifestada hasta el momento en los bovinos estadounidenses no afecta su salud de manera importante, pues todos han comenzado a recuperarse luego de un periodo de aislamiento para evitar contagiar a otros de la misma especie.
Otro aspecto a favor, concluyó el presidente de la Femeleche, es que si bien el virus es diseminado por aves migratorias, las regiones lecheras mexicanas no se encuentran en la ruta de dichos trayectos.
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