Mary McGonigle-Martin decidió reemplazar la bebida pasteurizada del supermercado porque pensó ‘que era más natural’.
Mary McGonigle-Martin jamás imaginó que una decisión basada en información de redes sociales terminaría poniendo en riesgo la vida de su hijo Chris, de apenas siete años.
Después de ver videos en los que ‘influencers’ destacaban los supuestos beneficios de la leche cruda, conocida también como leche bronca, decidió reemplazar la leche pasteurizada del supermercado por esta alternativa natural, convencida de que era más nutritiva.
Según estos contenidos, esta bebida conserva sus nutrientes originales al no pasar por el proceso de pasteurización, algo que Mary consideró ideal para su familia. Inicialmente, todo parecía ir bien hasta que Chris empezó a experimentar síntomas como diarrea y vómitos. Aunque estos problemas no preocuparon demasiado a Mary, pues creyó que eran señales de que el sistema digestivo del niño se estaba adaptando, el cuadro se agravó rápidamente.
De forma inesperada, el pequeño presentó convulsiones. Alarmada, Mary lo llevó de inmediato al hospital, donde los médicos diagnosticaron una inflamación cerebral y un colapso pulmonar, además de fallos en varios órganos como el corazón, riñón y páncreas.
Los exámenes confirmaron que Chris había sido infectado con la bacteria E.coli, adquirida a través del consumo de leche cruda. Esta provocó el desarrollo de síndrome urémico hemolítico, una enfermedad que forma pequeños coágulos en el cuerpo y es una de las principales causas de insuficiencia renal aguda en niños.
Durante una semana, el niño permaneció en coma, conectado a un respirador artificial durante nueve días y sometido a diálisis por casi 18 días. A pesar de superar el estado crítico, Chris requirió tres años de seguimiento médico para recuperarse de las secuelas.
Los exámenes confirmaron que Chris había sido infectado con la bacteria E.coli, adquirida a través del consumo de leche cruda.
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La lucha de una madre para prevenir más tragedias
Tras el dramático episodio, Mary se unió a la organización sin fines de lucro Stop Foodborne Illness, donde trabaja para concienciar sobre los peligros del consumo de leche cruda.
La mujer espera que su testimonio y el caso de Chris sean una advertencia contundente para quienes aún dudan de los riesgos asociados a esta tendencia. Además, advierte en no creer todo lo que se dice en redes sociales.
Los riesgos de la leche cruda
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la leche cruda es aquella que no ha sido sometida a pasteurización, un proceso clave para eliminar microbios peligrosos como bacterias, virus y parásitos. Antes de la implementación de esta técnica, los productos lácteos eran una fuente común de enfermedades graves.
“Las bacterias pueden ser especialmente peligrosas para las mujeres embarazadas, los niños, los ancianos y las personas con el sistema inmunológico debilitado”, advierte el Departamento de Salud de Nueva York. Entre los microorganismos que pueden encontrarse en la leche cruda están salmonella, campylobacter, brucella, listeria y E.coli.
Esto advierte los especialistas de tomar leche cruda.
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El consumo de alimentos contaminados, como la leche sin pasteurizar, aumenta significativamente el riesgo de infecciones severas. Según MedlinePlus, estas bacterias producen sustancias tóxicas que destruyen glóbulos rojos y dañan órganos vitales.
Los síntomas iniciales incluyen:
- Vómitos.
- Diarrea.
- Fiebre.
- Dolor abdominal y de cabeza.
- Pero en casos graves, las complicaciones pueden abarcar infecciones del torrente sanguíneo, insuficiencia renal, neumonía e incluso problemas cardíacos.
¿La pasteurización reduce los nutrientes de la leche?
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), esta creencia es errónea, ya que la pasteurización no modifica el valor nutricional de la leche ni genera problemas de salud. Además, no existen pruebas de que este proceso esté relacionado con la intolerancia a la lactosa o con el desarrollo de alergias alimentarias.
Recientemente, en California, las autoridades detectaron virus de gripe aviar en un lote de leche cruda, lo que llevó a reforzar las advertencias sobre los riesgos de consumir este producto. “Por precaución y debido a la propagación continua de la gripe aviar en vacas lecheras, aves de corral y casos humanos, los consumidores no deben consumir ninguna de las leches crudas afectadas”, indicó el Departamento de Salud Pública.
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