Para contrarrestar esta dinámica, las autoridades estatales han impulsado la implementación del programa federal Leche para el Bienestar, que contempla la instalación de tres centros de acopio en las zonas lecheras clave de Coronango, Libres y Tecamachalco, junto con la construcción de una planta pasteurizadora de leche que será financiada de manera conjunta entre el gobierno estatal y el federal.

La lógica de esta estrategia es ofrecer a los productores la capacidad de almacenar y consolidar leche fresca, lo que les permitiría negociar en mejores condiciones y acceder a un precio de garantía de 11.50 pesos por litro, considerado uno de los más altos del país para pequeños y medianos ganaderos. Este precio de garantía busca romper con la lógica de pagos bajos impuesta por intermediarios y dar mayor certidumbre financiera al tambo.

Además de camaradas de acopio y procesamiento, el reto de modernizar la cadena productiva en Puebla responde a la necesidad de robustecer las seis microcuencas lecheras del estado, que generan alrededor de 470 millones de litros de leche anuales y están entre las más productivas del país. La planta pasteurizadora y los centros de acopio también permitirán mejorar la inocuidad y calidad del producto final, clave para competir en mercados más amplios.