Si los aranceles a las importaciones mexicanas entran en vigor, la afectación para los productores de leche de México es mínima, pues la cantidad de mercancías que el país envía hacia Estados Unidos “es marginal”; no obstante, el impacto podría ser colateral si la economía mexicana se desacelera y el consumo disminuye, señaló Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lecherías (Femeleche).

“El riesgo más alto es que si se ponen aranceles y tienes una crisis económica importante, sí puede haber una caída importante en el consumo, porque la gente deja de tener dinero. Ese para nosotros es el riesgo”, agregó.

El representante del sector reconoció que si México implementa aranceles a las importaciones desde Estados Unidos como represalia ante la política económica del presidente Donald Trump, los productores mexicanos resultarían afectados, pues el costo de producción se encuentra dolarizado en aproximadamente 70 por ciento y no hay posibilidad de sustituir las mercancías que se adquieren de Estados Unidos por las de otros países.

Aunque destacó que de imponerse aranceles, como en cualquier cadena productiva, tiene que absorberse el impacto. “El sector sí tiene espacios para absorber, y es como todo, si es alguien que tiene un respaldo financiero importante, pues aunque pierda, puede seguir vivo. El problema es cuando el impacto es hacia un productor pequeño que no tiene ese respaldo financiero”, reflexionó Gómez Cobo.